Discordia

118 12 0
                                    

          —¡Por dios, haste a un lado!— Grito aquel joven de cabello rojizo, empujando con su mano y codo a su incauto compañero, quién se encontraba ya ebrio, aunque se habían prometido no llevar ningún tipo de bebida, aquel joven semejante a un jabalí hizo total caso omiso. Por lo que ahora se encontraba siendo mas una bestia que un hombre. Curioso.

—Gopanchiro, por favor, nos la estamos pasando súper bien, deja de comportarte como una niña.— Y sin más, tiro de su acompañante pasando su brazo por su cuello y jalandolo hacia él.

—Inosuke, te he dicho mil veces que mi nombre es TANJIRO, por dios.— Volvió a quejarse, con su mano haciendo un abanico improvisado para alejar el aroma sofocante a alcohol.—. Y no. Sabes que odio la bebida.— Tosió.

—Vamos chicos, la estamos pasando bien. Inosuke, hasta para acá.— De forma autoritaria, Aoi, joven de dos coletas en tono negro, jaló a Inosuke del brazo, colocándolo a su lado y quedando frente a frente con Tanjiro. Mientras que Zenitsu mantenía una mirada nerviosa por lo que estaba pasando.

Entre ellos cuatro habían decidido tener una noche libre de pijamada, era un pequeño grupo conformado solo por ellos, —Contando a Kanao, quién esa noche no había podido asistir.—, quienes se conocían desde hacia bastante tiempo. Actualmente cursaban el último año en su institución, por lo que una noche de relajación antes de los exámenes no les caía para nada mal. Después de todo se la pasaban bien, de no ser por aquel joven de nombre Inosuke que tenía síntomas de histrionismo por todo su ser, haciendo de una noche tranquila, en algo parecido a una fiesta de calle. Era vergonzoso para los tres chicos restante que solían ser un tanto más tranquilos.

Y, por consejo de Inosuke, ahora los cuatro se hallaban jugando verdad o reto.

—¡Bien! Cayó en Zenitsu y Tanjiro.— Dijo Aoi luego de haber girado la botella de alcohol que el de mechones azules había vaciado hace no más de quince minutos.—. Elige, Zenitsu, ¿Verdad o reto?

—Eh... Verdad, sí, verdad.— Esto lo comento con un tono algo nervioso. Sabía que no debía de temer por algo que le preguntara Tanjiro, al contrario, podía sentirse de lo más tranquilo.

—De acuerdo. Hmm...— Tanjiro comenzó a pensar qué poder preguntar, pues era extraño, siendo amigos no había algo que no conocieran del otro. Por lo que no había tantas opciones.—. ¡Ya sé! ¿Quién te gusta?

Sí. Podría parecer un ñoño juego de niños sin ningún tipo de emoción. Algo que cansaba a Inosuke de sobremanera, ya que, Dios, eran jóvenes adultos en un grado superior, ¿Por qué seguían comportandose como niñatos?

Lo que quería ver Inosuke era acción, vergüenza y destrucción.

Por lo que, enojado, exclamó al aire que se trataba de una estupidez, removiendose como un gusano enojado alborotando todo el ambiente: Sacudiendo sus manos y brazos con molestia y un gesto para nada leve de enojo. De nuevo todos lo miraron, dejando a Zenitsu en la nula capacidad de responder.

—¡Si que son aburridos! ¡Quiero mi turno ahora!— Y, con aquel genio tan explosivo que tanto lo caracterizaba, arrebató la botella vacía de cerveza de las manos de Zenitsu y comenzó a girarla, resultando en un giro tortuoso, finalmente cayendo en Tanjiro. Ahí estaba el problema, ellos sí debían de temer de Inosuke.

El de garzos azules dió un brinco de emoción al ver la otra punta puesta en Tanjiro, y por supuesto que lo iba a disfrutar. Por lo que sin vacilar, soltó:

—¡Te reto!

Y Tanjiro, colocando sus manos al frente como un escudo al sentir el señalamiento de su contrario, renegó.

—¡Ni siquiera he elegido eso!

—¡No me importa, Kamaboco! Harás el reto que te diga y punto.— Pareciera que Inosuke lo tenía planeado desde un inicio, pues ni siquiera se detuvo a pensar en que sería adecuado poner de reto. Solo dijo: — A ese niño, Tokito Muichiro, tendrás que enamorarlo en una semana, de lo contrario, y, si fallas, te amarraremos en cinta y te lanzaremos a un río.

Aunque fue mejor de lo que Tanjiro podía haber esperado, no evito sentir un poco de nervios corriendo por todo su cuerpo.

Ya que sí, gustaba de Muichiro Tokito, joven chico un grado menos que ellos con cabello largo y puntas azules claro sumamente brillantes, de actitud tan serena dando paz a quién lo viera, todos lo sabían, no era como fuese un secreto entre su pequeño grupo. Sin embargo, ¿cómo explicarlo?

Muichiro no estaba solo, él estaba con su gemelo, Yuichiro Tokito, quien resultaba ser todo lo contrario a la paz del primero, siendo el mayor por solo un par de segundos, Yuichiro solía ser tenaz, serio y un tanto más arriesgado a los conflictos. De cierta forma, ambos gemelos resultaban ser muy, muy diferentes a su manera.

Ambos eran conocidos como los genios de la institución, pues conocían de sus grandes capacidades de aprendizaje y retención de información, cosa que incluso los había llevado a adelantarse un año. Tanjiro admiraba este hecho de ambos gemelos, pues si bien era un alumno promedio, jamás había tenido el papel de ser reconocido por algo así. Le resultaba sumamente increíble.

Cosa que también lleva a lo siguiente: Su atracción hacia el gemelo menor, Tokito Muichiro.

Su apariencia era un dato extra para él, facciones tan bellas y delicadas, cabello singular imposible de confundir, gestos adorables y aquella actitud tan amable y gentil eran solo un plus para atraerlo con demasia. Estaba realmente extasiado con todo de aquel joven, hasta cierto punto, pero si era sincero, Tanjiro se sentía como un tonto al pensar en algo así, es decir, ¿Cómo alguien con tantas oportunidades podría fijarse en alguien como él?

Por ello no sé atrevía a dar el paso en acercarse a él, sin embargo, necesitaba un plus, y ese plus se llamaba Inosuke. En el fondo, no sabía si agradecerle o llorar por retarle a algo así.

Tal vez, ¿el río y la cinta no era una mala idea?

Dios, se sentía como todo un cobarde, sintiendo sus mejillas sonrojarse y la tensión en sus manos sobre sus rodillas se lo recalcaban, pero pensó, ¿qué es lo más malo que podría pasar? Es decir... Había tenido antes decepciones amorosas, claro que si Tokito lo rechazaba no podría hacer más que ser lastimero algunos días, pero podría seguir. Pero por otro lado, si eso pasaba, también podría obtener una bonita amistad de su parte, aunque no fuera lo que deseara.

Pero, ¿y si lo aceptaba?
Su corazón latía feroz ante tal pensamiento. Claro, no era pesimista del todo, pero ocupaba ser lo más realista posible. Por lo que, al contrario de las suposiciones de los tres restantes, y con una voz firme, contestó:

—Acepto.

Tanto Zenitsu como Aoi hicieron un gesto sorprendido, por otro lado, Inosuke estaba saltando de alegría por la situación tan divertida que iba a estar presenciando la próxima semana; Sabía que al menos iba a ir a clase con un fin; Observar el desenlace entre Tanjiro y Tokito.

Mientras que, por otro lado, ahora la cabeza de Tanjiro estaba hecha un mar de preguntas sobre como poder acercarsele. Ese claro, era el primer paso para un correcto inicio.

"Una situación complicada, siempre puede volverse peor, ¿cierto?

...O tal vez, no siempre."

"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fluvial.© (TanMui) BLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora