Prólogo

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Los personajes pertenecen a Masashi Kishimoto, solo los uso para crear historias ficticias.

El siguiente fic es Uchichacest si no te gusta por  favor no lo leas
Así como es una historia que la plataforma ya había eliminado, también la podrás encontrar en inkitt

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...





Oscuridad era todo lo que veía, sus ojos aún no estaban desarrollados para poder ver en la penumbra, su oído aún no estaba agudizado sus movimientos aún eran torpes e impulsivos. 

Necesitaba encontrar la luz, ver todo aquello que se le negaba pero sobre todo necesitaba huir de aquel lugar. No soportaba estar un segundo más ahí, bajo el cuidado de su tío, escuchando los gritos y soportando el maltrato de su tía, ese lugar era un maldito infierno. 

Y pensar que un día pensó que en ese lugar sería aceptado.

¿Por qué? ¿Por qué sus padres tuvieron que morir? ¿Por qué fue a parar a ese horrible lugar? ¿Por qué se sentía tan sólo y abandonado? Nadie lo quería en aquella casa, en la escuela, en la calle.

A dónde fuera las miradas de odio, de furia, pena e incluso deseo lo perseguían. 

Se sentía tan fuera de lugar. 

Sus tíos contribuían a que ese sentimiento se hiciera más grande conforme pasaba el tiempo, solo lo dejaban salir para ir al colegio y cuando escuchaba que se llevaría a cabo una reunión o una fiesta, su tío se aseguraba de encerrarlo en su habitación para que nadie lo viera. 

Pero no había maldad más grande que su tío, cuando lo conoció se dejó engañar con esa sonrisa que le hizo creer que en aquel lugar encontraría el amor, la confianza y el ambiente familiar que tanto necesitaba, que equivocado estaba. 

No dimensionó el infierno que le esperaba en ese lugar. 

Temía de cualquier acción que hiciera dentro de aquella casa, se pasaba las horas pérdido en la ventana soñando ser un ave y deseando poder estirar sus alas y volar hacia la libertad. 

Soñaba despierto con sus padres quienes no estaban muertos y vendrían a salvarlo. No se cansaba de imaginar su vida con sus padres, un año atrás había entrado al estudio de su tío a escondidas para buscar algún indicio de ellos, lo había logrado, había encontrado una pequeña foto, estaba muy maltratada pero se veía perfectamente la imagen, lloró porque ahora sabía cómo lucían, su padre era albino, piel blanca, una  cautivante mirada carmesí, tenía una hermosa sonrisa, se veía tan atractivo, tan galante y seguramente era un caballero de pies a cabeza.

Su madre era hermoso, tenía el cabello negro con destellos azulados, los mechones enmarcaban su rostro, y estaba sujeto en una coleta baja, poseía unos bellísimos ojos ónix, observó mejor la fotografía, se veían felices, su madre sostenía un bebé que supuso, era él. La felicidad había sido capturada en esa imagen, lágrimas de alegría escurrieron por su rostro.

Todo ello se rompió cuando una mano le arrebató la fotografía, era su tío, el terror lo invadió cuando le reprochó que al estudio nunca debía entrar. 

Con el rostro lloroso trató de obtener repuestas sobre sus padres, pero lo único que había conseguido fueron más gritos, una dolorosa paliza y un encierro en su habitación. 

-¡¡Al menos dime cómo se llamaban!!- gritó golpeando la puerta en un vano intento de que su tío no lo encerrara.

-¡¡Eso no lo necesitas saber, de cualquier manera ellos están muertos y no hay nada que puedas hacer para cambiar eso!!!- fue lo único que le dijo para escuchar pasos alejándose. 

Lloró amargamente ese día. 

Ahora esperaba pacientemente para entrar nuevamente a hurtadillas al estudio, quería saber el nombre de sus padres, si tenían una mascota o tenían más familia, estaba buscando desesperadamente en los cajones, sus manos temblaban.

Tenía miedo de que su tío lo cachara pero quería saber más de su verdadera familia, de la familia que si lo amó. Estaba tan concentrado buscando una pista que se estremeció cuando escuchó los gritos de su tía. 

-¡Ven aquí Hashirama! ¡¡¡Tú a mí no me dejas hablando sola!!!- gritó histericamente. 

-¡Por favor, ya cállate Mito!- era la voz de su tío, demonios debía salir rápidamente. Acomodó rápidamente para salir del estudio, creyó que nadie lo había visto hasta que chocó con alguien. 

-¿Qué demonios hacías en el estudio Sasuke?- los gritos de su tía alertaron al hombre quien se acercaba furioso. 

-T-tía yo…- tartamudeo del miedo. 

-¿Qué tratabas de hacer Sasuke? ¿Buscar más de tus padres? Entiéndelo mocoso, están muertos-  escuchaba con lágrimas mientras su tía lo sujetaba para arrastrarlo hacía su habitación, estaba seguro que le darían una paliza y lo encerrarían en su habitación sin comer de nuevo. 

Cuando llegó a las escaleras aprovechó que la mujer había aflojado su agarre para empujarla y correr hacia la puerta, escuchó una maldición  y algunos gritos.  

Salió corriendo de aquella casa que para él toda esos años fueron un infierno pero en cuanto salió sus ojos resintieron la luz solar, sin embargo poco importó cuando escuchó los gritos furiosos de su tío tras él. 

Siguió corriendo para empujar la verja y poder salir de la propiedad, se internó en la espesura del bosque, esperaba que le perdiera la pista, estaba dispuesto a largarse de ese lugar ya que prefería mil veces morir antes de regresar a esa casa. 

Estaba corriendo entre los árboles del bosque cuando empezó a caer sobre él un torrente de agua helada ¡Estaba lloviendo! Lo que le faltaba, con la lluvia y el cielo oscurecido no sabría a dónde ir, seguía tratando de huir hasta que tropezó y cayó de cara al suelo, embarrándose de lodo. 

Se incorporó llorando, las lágrimas limpiaban el barro que cubría su rostro

Porque la vida se empeñaba en hacerlo desdichado ¡porque! 

Su mirada se perdió en el suelo, viendo como el agua se mezclaba con la tierra, toda su vida había recibido una educación estricta, él solo era un hermoso adorno que debía ser educado, delicado y sobre todo sumiso. 

Desesperadamente comenzó a restregar el lodo por todo su cuerpo ¡a la mierda todos esos modales! Sabía que aunque el lodo se cayera de su cuerpo, mínimo escondería su olor, algo que esperaba que saliera a la perfección para evitar que su tío pudiera olerlo. 

El frío calaba sus huesos y el lodo lo cubría por completo, el cuerpo lo sentía entumecido y adolorido ¡que patético se ha de estar viendo! Sin amor, sin familia, sin amigos, odiado por todos… su vida era por completo una mierda, se arrastró hasta las raíces de un árbol para acomodarse y sujetar sus piernas, necesitaba un respiro antes de continuar. 

Se levantó al cabo de unos minutos y corrió a toda velocidad concentrado en que no lo hayan encontrado, siguió su camino a toda velocidad que no se dio cuenta de la llanura que tenía justo enfrente. No tuvo el tiempo suficiente para reaccionar y cayó dentro de la llanura. 

El dolor fue insoportable y lo dejó aturdido, como pudo se dio la vuelta para mirar el cielo pero veía borroso. Disfrutó del refrescante baño que le daba el agua. A penas podía recordar del porque estaba corriendo, de qué huía, quién era… todo daba vueltas y a cada momento se volvía más borroso y de repente todo se oscureció a su alrededor. 






























                            Continuará...

The king of darkness ItaSasu Donde viven las historias. Descúbrelo ahora