Mortalmente Hermoso |Traducción|

•Capítulo 6•

Harry estaba extremadamente sorprendido cuando salió de la ducha y Malfoy saltó del sofá y lo miró fijamente, atravesándolo.

Era aún más extraño dado que Malfoy realmente no se había levantado del sofá durante días, a excepción de cuando era absolutamente necesario. Parecía haber decidido que acostarse en el sofá con su brazo sobre los ojos y darle un monólogo a Harry sobre su eterna miseria era una elección de estilo de vida completamente razonable. Harry se estaba preguntando un poco si necesitaba ir a la tienda de comestibles a comprar sales aromáticas.

A parte del asunto de las sales aromáticas, eso no estaba... nada mal. No era que le gustara ver infeliz a Malfoy, pero los años de emparejamiento habían convencido a Harry de que una vez que Malfoy estuviera hablando del asunto, lo que él siempre necesitaba hacer ya fuera con Harry o sus amigos o fantasmas con agendas de acoso, las cosas iban viento en popa a solucionarse.

Además, Harry se sentía mal incluso pensando en eso, pero los fines de semanas sin casos siempre eran... difíciles de sobrellevar. Ron y Pansy y Malfoy y Katie siempre estaban haciendo cosas de parejas y Hermione siempre estaba trabajando y Harry a veces se sentía atrapado en ese vacío apartamento silencioso, tan inquieto que parecía como si las paredes estuvieran acercándose, cerrándose en un armario.

Era peor desde el estúpido asunto Veela. Ahora cada vez que salía del apartamento por una caminata tenía que lidiar con protestaciones de amor eterno y, en casos extremos, esquivar ropa interior voladora.

Con Malfoy ahí el apartamento no lucía vacío, y ciertamente no era silencioso. Casi estaba bien que no fuera al trabajo, a pesar de que Shacklebolt estaba comenzando a sospechar muchísimo de las lechuzas afirmando que Malfoy sufría una enfermedad desgastante y sospechaba aún más de Harry dejando la oficina a la hora apropiada y llevando trabajo a casa. Harry se cuestionaba si debería estar ofendido por eso.

Las cosas estaban casi bien, y Malfoy le estaba dando una mirada rara.

La espalda de Harry golpeó la puerta del baño fuertemente. Pensó muchas cosas al mismo tiempo, 'oh, no' y '¿qué debo hacer ahora?' Y muy cuidadosamente no pensó en otras cosas que yacían en el fondo de su mente de todos modos: Tentación, especulación y casi pánico en lo poco que podría ser capaz de confiar en sí mismo si...

-Potter -dijo Malfoy lentamente, esa extraña mirada absorta en sus ojos-. ¿Qué le hiciste a tu cabello?

Harry parpadeó.

-¿Qué?

El tono de Malfoy se había vuelto claramente ominoso, aunque todavía parecía neurótico por alguna razón que Harry no podía entender.

-Has estado usando mi shampoo, ¿cierto?

-Eh... ¿tal vez? -dijo Harry-. Lo siento. En serio no me fije. ¿Eso importa?

Malfoy hizo un gesto indefenso, luego se hundió en el sofá con la cabeza en las manos.

-Echa un vistazo en el espejo -dijo en un tono resignado.

Harry se dirigió cautelosamente al pequeño espejo en el pasillo entre su sala de estar y su dormitorio. Su rostro le devolvió la mirada, frunciendo el ceño y perplejo bajo una húmeda melena de cabello que se veía un poco...

-Malfoy -dijo Harry-. Me doy cuenta de que he estado bajo un poco de tensión últimamente, pero... ¿lo suficiente para que mi cabello se ponga gris de la noche a la mañana?

Malfoy levanto la cabeza un poco, pero parecía muchísimo más interesado en estudiar sus propias manos que en mirar a Harry.

-Pensé que eras rubio natural -continuó Harry.