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—Hermano, eres el mejor —dijo Bagi emocionada, dándole una abrazo—, te debo una

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—Hermano, eres el mejor —dijo Bagi emocionada, dándole una abrazo—, te debo una.

—Oh vaya que si me la debes, y una muy grande que te costará caro.

Cellbit se dejó caer en el sofá del departamento de su hermana, soltando al mismo tiempo un largo suspiro.

—¿Estás bien?

—¿Tú qué crees? —respondió con ligera amargura.

—No lo sé Cellbit, no soy adivina pero, por tu cara es obvio que no estás bien.

Cellbit se pasó una mano por la cara, completamente frustrado, después de haber terminado la universidad de verdad creyó que jamás se reencontraria con ninguno de sus ex compañeros, después de todo no le interesaba seguir manteniendo contacto con ninguno de ellos y menos en aquella etapa tan oscura, verlo solo le recordaría todo aquello que tanto le había costado olvidar.

Bueno, a su parecer, era su karma, un karma que le había jugado una muy mala pasada.

—Me encontré a Roier —soltó.

En otra situación, la expresión de su hermana le habría causado gracia; sin embargo, dado lo que le acababa de revelar, no le apetecía mucho reír.

—¿C-cómo que te lo encontraste? ¿Dónde?

Cellbit suspiró.

—En la florería, trabaja ahí.

—No me lo puedo creer —Bagi se llevó una mano a la boca, la expresión de asombro estaba intacta en su rostro— ¿Te reconoció?

—Afortunadamente no, cuando estaba por irme me preguntó mi nombre, siempre me conoció por aquel apodo que mis amigos me dieron; mi idea obvio no era que supiera quién era, así que le terminé diciendo mi nombre, por el cual nunca me conoció.

—Merda Cellbit, discúlpame, si no hubiera sido por mi insistencia jamás te hubieses reencontrado con él.

—No te preocupes Bagi, tampoco lo sabías, simplemente fue una amarga coincidencia —dijo, una mueca se formó en su rostro.

Absorto en sus pensamientos, regreso a aquellos días, a lo cruel que había sido con el chico cuando claramente él no tenía la culpa de nada de la mierda que pasaba en su vida esos días.

Todo por su estúpido padre.

Si tan solo él no hubiese sido un completo imbécil, si no hubiese sido tan cruel con sus actos, con sus palabras, Cellbit nunca hubiese tratado a Roier de esa manera, después de todo, lo había querido muchísimo.

Cellbir nunca pensó que por sentir algo por ese chico hacía tantos años, le iba a causar tanto dolor, tanto rechazo.

—Estoy cansado —suspiró—, creo que iré a casa a descansar un poco.

—Está bien, pero llámame si necesitas algo ¿Si?

—Lo haré, nos vemos.

—Te quiero hermano.

El Aroma A Amaranto || "GuapoDúo" [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora