Turn my house into a home ✧ KookTae

OOO

— Prólogo —

— Esta es una adaptación. Todos los créditos a ©Tiedara.

— Esta historia tiene contenido explícito y/o sexual en el que intervienen personas adultas. Lee bajo tu responsabilidad.

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Cuando sus padres se separaron, JungKook realmente no sabía qué era lo que iba a pasar con él ahora. Los amaba a ambos, pero no podía escoger con quién quedarse. No tuvo que hacerlo, su madre decidió que se mudarían a casa de sus abuelos. Su padre insistió en que se quedasen con la casa, que él buscaría un lugar donde vivir, pero la madre de JungKook era obstinada y no recibía favores. Tomó sus cosas y las del castaño, y decidió que se fueran.

DongWook, el padre del castaño, no aceptó el hecho de no volver a ver a JungKook a diario, e insistía constantemente en que la custodia del muchacho sea compartida.

JungKook, con apenas doce años, no entendía la razón del porqué debía ir y venir cada semana de una casa a otra. Su vida era una constante mudanza.

Pasaron así casi once meses, entonces Young-Ae decidió que eso debía terminar. Encontró un acuerdo que para ella era lo suficientemente justo.

Dado que JungKook tenía sus cosas esparcidas entre dos casas, decidió que vería a su padre a diario, sin embargo, solo dormiría allí los fines de semana, el resto de la semana dormiría en casa de su madre. Entonces JungKook a veces iba a cenar a casa de su padre, y otras su padre lo visitaba en casa de sus abuelos.

Así pasaron los años, y todo marchó bien, hasta que JungKook decidió mudarse a Seúl para estudiar en la universidad allí.

Cuando el castaño se graduó, tuvo una cena con su madre primero, y quedó completamente sorprendido cuando esta le regaló un par de papeles. Había comprado para JungKook, un apartamento en la ciudad de Seúl.

Fue maravilloso y JungKook estuvo eternamente agradecido. Él tenía planeado buscar un cuarto en el campus y pagarlo con un trabajo de medio tiempo, jamás se hubiese imaginado tener su propio lugar sin necesidad de pagar un alquiler mensual.

Sin embargo, al día siguiente, cuando almorzó con su padre y él le entregó exactamente el mismo regalo, sino que esta vez era un piso en uno de los edificios más cercanos al campus de la universidad a la que había entrado, se dio cuenta de que la falta de comunicación de sus padres le había dado dos apartamentos donde vivir.

Una discusión entre ambos de sus padres nació. Ambos ya habían pagado los departamentos con los ahorros que habían creado —cada uno por su cuenta— para el futuro de su hijo.

JungKook, ahora con dos departamentos que cuidar y mantener, tendría que buscar la manera de hacer dinero del otro apartamento.

JungKook debía decidir la solución a ese problema por sí mismo. Sus padres se negaban a vender, a ambos les había costado conseguir un lugar y pagarlo, sin embargo, no servía de nada que JungKook continúe mudándose de un lugar a otro cada semana.