Capítulo 11

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—Que alguien apague ese cacharro tan ruidoso —digo entredientes, con los labios pegados por la baba.

Seonghwa se remueve y responde con un gruñido.

—Dios…, qué molesto —me vuelvo a quejar.

—Ese cacharro ruidoso es la alarma de tu móvil, tonto —me responde Hwa, adormilado.

Mis ojos se abren de un plumazo y miro el techo. Primero resoplo y luego tanteo sobre la mesilla para encontrar mi móvil y detener la alarma. Son las seis y siete de la mañana. Y sí, se acabó lo que se daba.

Toca trabajar.

Como el día anterior no me duché, toca hacerlo esta mañana antes de salir.

Dejo la cafetera encendida antes de ir al baño, me vendrá muy bien un café para activarme. Tengo una hora en coche por delante. Una hora en el coche de Seonghwa, mejor dicho, que eso cambia las cosas.

—Buenos días —saluda.

Levanto la cabeza debajo del chorro y arrugo la frente.

—Pero bueno, un día despiertas a las siete de la tarde y otro a las seis de la mañana, ¿qué clase de vida es la tuya? Pobre reloj biológico.

—Tengo la vida de cualquier trabajador —dice, acompañado de una risita vaga.

Me quedo callado un rato, detengo el agua y cojo el pomo de gel.

—¿Trabajas? Pensé que eras menor de edad —bromeo—. Tienes dieciséis, ¿Verdad?

—Tengo veintiocho.

Abro los ojos. Vaya, de verdad creía que sería menor que yo. No que tendría dieciséis, pero menor que yo.

—Oh.

—¿Y tu edad? No sé tu edad.

—No sabes nada de mí exceptuando mi nombre —digo.

—Te equivocas: sé dónde vives.

Arrugo la frente cayendo en algo. Miro la ventana. Si él sabe dónde vivo, yo también puedo saber dónde vive él.

—Tengo veintisiete —respondo.

—Hongjoong, veintisiete y alojado en el departamento bajo, primero, del edificio de al lado.

—Mingi, veintiocho, alojado en Dios sabe dónde y con gran probabilidad de ser un espía.

Se ríe.

—No fue tan difícil suponerlo.

Abre el grifo y yo hago lo mismo. Cuando termino, salgo, me envuelvo en la toalla, me seco el pelo con el secador y me visto.

—Tú vives en el bajo primero de tu edificio —digo. Aunque es muy obvio si lo tengo al lado.

Se oyen estruendosos aplausos y doy por hecho que se está burlando de mí. Vamos, es que lo está haciendo.

Me repaso los dientes con la lengua y cierro la puerta tras de mi.

El chico del baño de al lado ✓ Minjoong [Ateez]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora