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RECARGO SU CABEZA EN LA VENTANA DEL CARRO, Embry manejaba y ella solo mantenía la vista en la carretera pero la mente en el sueño que tuvo, aún no se atrevía a mirar al chico sin sentir vergüenza.
El silencio reinaba en el carro, era un cómodo silencio. Los ojos de Aislinn la traicionaron ya que sin pensarlo se clavaron en el lobo.
El chico venía concentrado en el camino; llevaba sus cejas levemente fruncidas, su mandíbula estaba marcada lo que lo hacía ver realmente atractivo ante los grisáceos ojos de la sirena. Su vista bajó lentamente hasta el brazo del moreno; sus músculos estaban marcados aunque no ejerciera presión alguna, sus manos eran grandes y estas apretaban el volante, también de vez en cuando lamía sus labios, acción que la sirena copió inconscientemente. Aparto la mirada de forma rápida cuando él volteó.
—¿Qué ocurre?— podía sentir la pesada mirada del lobo sobre su persona.—Tú corazón se empezó acelerar de un momento para otro ¿Estas bien?— abrió los ojos sorprendida y pudo sentir como su cara se tornaba roja.
—Si— carraspeó nerviosa— Estoy bien— Lo miró por unos segundos. Embry asintió no muy convencido pero dejó de preguntar.
—Llegamos— estacionó el auto pero no bajo.— Si te sientes incómoda o lo que sea solo dímelo y nos iremos, ellos lo entenderán.—
"¿Desde cuando se habrá vuelto más atractivo?"
Trago saliva con pesadez. No sabía en qué momento Embry había cambiado tanto físicamente. Ambos solo se miraban y al igual que ella, él no decía ni hacía nada.
—Deberíamos ir, nos han de estar esperando— sugirió abriendo su puerta con rapidez. Ese chico si que sabía como ponerla nerviosa.
Ambos bajaron del auto y tomados de la mano caminaron al pateo trasero.
—Que bien que llegaron— Un sonriente Seth se les acercó— Les guarde unas hamburguesas antes de que tu hermano se comiera todo— rió un poco señalándola.
—¿Hermano?—cuestionó con extrañeza. Embry miró al menor dándole a entender que guardara silencio.
—Si, es que la manada te considera una hermana y creí que tú...—
—¡Ah, claro!— ahora lo entendía—Me tomaste por sorpresa—sonrió un poco.
—Vamos a sentarnos— El lobo la jaló suavemente para que empezaran a caminar.
—Aislinn, querida— Sue Clearwater le sonrió amablemente una vez la vio llegar.— Jacob traerá a Bella, esperemos que no te incomode o moleste.—
—No se preocupen, no pasa nada— le restó importancia.
—Empezaremos cuando llegue mi hijo— informó Billy.
