Bella Miller no era una chica de lo más social, extrovertida ni nada por el estilo. Desde muy pequeña pasó por un montón de cosas, las cuales marcaron su vida por completo.
Jaden Walker era todo lo opuesto. La definición exacta de él sería un chico...
<<El primer encuentro nunca se olvida. El primer contacto, perdura>>
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Bella
Mi mejor amiga Ava organizaba una súper fiesta en su casa, por motivo de su cumpleaños número 18. Era algo en lo que toda la mañana llevaba pensando, no era una chica de lo más fiestera, ni gritaba a todo pulmón en el rincón de una sala mientras bailaba como si no hubiera un mañana. Pero tuve que aceptar a regañadientes ya que ella insistió muchísimo, era lo menos que podía hacer con tal de hacerla feliz.
A veces me pregunto cómo Ava fué capaz de ser mi amiga, ella era todo lo opuesto a mí. La admiraba por ser una chica bastante sociable y parlanchina, sacaba sus encantos fuera y se ganaba a cualquiera.
Me apegué a la pared de la preciosa mansión de colores pálidos, mientras observaba a la gente bailando a su ritmo, cada cual sacando lo mejor de sí en la pista de baile. Probé un sorbo de mi cóctel de frambuesa mientras observaba con cautela a Ava, quien se encontraba bailando con su novio Bryan algo apegados. Nuestros ojos se cruzaron por un momento, a lo que sonreí forzadamente mientras me apresuraba a darle otro sorbo. Entrecerró los ojos en forma de preocupación, mientras meneaba la cabeza con discreción para que Bryan no se diera cuenta.
La hice un gesto con la mano en señal que todo estaba bien. Rodé los ojos al ver que retiraba las manos alrededor del cuello de Bryan mientras le susurraba algo al oído, el cual asentia sin problema alguno a cada palabra que salía de su boca, para después dejarla ir. No lucía enojada, al contrario, estaba risueña, tan radiante como siempre.
—No hagas esto, Ava.
—Qué tiene de malo que quiera pasar el rato con mi mejor amiga -se colocó a mi lado, sin importarle lo mucho que me quejara.
—No quiero que Bryan piense que me estoy metiendo en vuestra bonita relación —entrecerré los ojos por un momento, al ver que Bryan me estaba mirando mal.
—Oye, los quiero muchísimo...
—Lo sé —la interrumpí, para después desviar la mirada de Bryan.
—Si no podéis llevaros bien, por lo menos hacedlo por mí —insistió poniendo ojos de cachorrito.
—Bryan es un completo capullo, lo siento Ava —sentencié.
—Ok —dejó de sonreír a lo que se hundió en la pared, y se sumió en una inmensa tristeza dramática.
—Está bien —suspiré hondo, no tuve otra opción que aceptar, a lo que ella automáticamente se despegó de la pared con una sonrisa bien grande en su rostro.
—Te quiero, mi chica complicada —me abrazó, a lo que la correspondí sintiendo el calor de su piel y dejándome llevar por lo acogedor que era.
Por lo que me conduce a los viejos tiempos y me produce nostalgia. Me acuerdo de cuando apenas comenzaba con la dura batalla de mi síndrome. Mamá y will siempre estaban allí tratando de mostrarme su apoyo incondicional, mis amigas me habían abandonado a mi suerte, cada vez que tenía un ataque de ansiedad me miraban raro, sin apenas esforzarse a nada.
Por desgracia mi vida era así. Aunque estoy en proceso de tratamiento, puede que de vez en cuando tenía una que otra recaída. Conocí a Ava hace unos cuatro años, pensé que me juzgaría pero en vez de eso parecía entenderme a la perfección. Con ella me sentía bien, sentía que podía ser yo.
—Anda, vamos a bailar —entrelazó su brazo con el mío, para después llevarme a la pista de baile.
—Vale —asentí, dejándome guiar por mi amiga.
El DJ pinchó una que otra música mientras que nosotras bailábamos al compás de la música. Me sentía fuera de lugar, sentía que podía comerme el mundo a su lado. Hasta que en un momento a otro Ava pegó un grito emocionada, me giré a mirar y ví a un chico alto de cabello castaño y ojos ámbar. Ava se fué corriendo a abrazarlo, me quedé algo sorprendida ¿de qué conocía Ava a ese guapetón?, apenas le había visto en mi vida.
Me fijé bastante en su cuerpo, era evidente que no tenía mucho músculo pero algo si había. Llevaba puesto una chaqueta oscura desabrochada, dejando a la vista una camiseta blanca al igual que una cadena que yacia en su cuello, acompañado de unos vaqueros. Ava le susurraba algo al oído debido a la música alta, a lo que él solo respondía con una perfecta sonrisa de lado para después proseguir hablando. El chico desviaba la mirada unos segundos de ella, mientras contemplaba su alrededor con demasiada nostalgia.
Les dí la espalda y me pasé un mechón de cabello detrás de mi oreja, hasta que sentí el suave toque de alguien en mi hombro. Me dí la vuelta ya con una expresión algo neutra, era obvio que estaba cansada de tanto ajetreo por hoy, al igual que mis pobres pies debían de estar destrozados por los tacones altos.
—Bella, quiero presentarte a Jaden, mi hermano —dijo Ava luciendo bastante contenta
A lo que yo simplemente estaba sorprendida. Ahora comprendía, era el chico del que tanto Ava me estaba hablando desde que nos conocimos. Vivía en el extranjero desde ya hace mucho, por lo que compartió pocos momentos con su hermana pequeña.
—Encantada —dije torpemente para luego estrecharle la mano.
—Claro —susurró algo desinteresado, y me correspondió el apretón de manos.
Al tenerlo tan cerca, pude apreciar lo precioso que eran sus ojos. Cuanto más lo miraba, más curiosidad tenía por saber de jaden Walker.
Nota de la autora:
Espero que les haya gustado, ésta primera parte ;)
