- Confesión...? -

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Era una calurosa noche de verano, y Genya se sentía solo como nunca antes. Nunca pensó que su vida cambiaría, hasta que su hermano mayor Sanemi entró en la habitación.

- ...

Era algo tarde, y los hermanos se quedaron mirándose en silencio, como si sus corazones hablaran en una lengua extraña. Por fin, Genya deshizo el hielo y susurró.

- Sanemi, puedo decir algo?...

Algo confundido Sanemi accede.

- Alguien me gusta demasiado...

Dice mirando el suelo mientras jugaba con sus dedos, intentado no mirar a Sanemi... tenía nervios.

- Y qué con eso?... Por qué no se lo dices a ella a demás de a mí?

Genya no sabía que decir ante eso...

- Sólo para eso me hablas?

Dice Sanemi algo enojado, mientras se levanta de donde estaba sentado.

Genya lo agarra de la mano para que no se vaya y mientras en susurros ahogados dice.

- Por favor, no te vayas, te necesito decir algo más...

Sanemi lo ignora hasta que Genya lo agarra del abrazo y lo jala así él.

- Por favor, te tengo que decir algo importante...

Sanemi cae al suelo a lado de Genya...

- Por qué haces eso!?...

Algo enojado Sanemi se intenta levantar, pero antes de eso Genya logra subirse encima de Sanemi para detenerlo

- Qué se supone que haces? Quítate!
Le dice algo enojado.

Genya sin pensar bien las cosas besa a Sanemi, Sanemi le sigue el juego, pero al ver que Genya continúa lo aparta a un lado.

- ¿Qué te sucede, Genya? Somos hermanos.

Genya, sonrojado y avergonzado, retroce.

- Lo siento. No debería haber hecho eso. Pensé que tal vez... ¡No lo sé! Estaba confundido y frustrado...

Sanemi suspiró.

- Genya, te quiero como mi hermano. No deberías sentir esas cosas. No deberías tomar decisiones así... de tontas

Genya escondió la cara en las manos.

- ¡Lo siento! ¡Tienes razón! ¡Lo siento! Debería haber pensado antes de actuar.

Sanemi lo abrazó y lo sostuvo firme.

- Está bien. No estoy enojado. Todos cometemos errores... ¿Quieres hablar del por qué hiciste eso...?

Genya, tratando de contener las lágrimas, se puso sobre el brazo libre de Sanemi.

- Yo no puedo controlar esto... No puedo controlar mis sentimientos. Sé que está mal, pero no puedo dejar de pensar en eso y también tengo sueño húmedos...

Sanemi hizo una mueca de asco.

- Genya, Eso es asqueroso...

Genya se vio obligado a mirar al suelo.

- ¿Cómo puedo dejar de sentirme así? ¡Lo intenté, pero no pude! ¡No puedo dejar de pensar en ti de esa manera, no importa lo mucho que intente y intente!

Sanemi miró a Genya con los ojos entrecerrados, la expresión de su rostro dura y firme.

- Genya, estás siendo...

Sanemi bajó la mirada y trató de contener su frustración.

- Genya, no importa cómo te sientas, esto está mal... ¡Debes dejar de tener esas ideas! No voy a seguir esta conversación.

Sin embargo, en su corazón, Sanemi tenía los mismos sentimientos por Genya, pero sabía que jamás podrían ser nada más que hermanos... Una triste realidad.

Genya, viendo la decisión inflexible de Sanemi, intentó darle un último empujón.

- ¿Es que no puedes aceptarlo? ¿Es que tienes tanto miedo de enfrentarte a tus sentimientos?

Sanemi, furioso, saltó hacia Genya... por haber dicho sus verdaderos. sentimientos.

- ¡Genya, te dije que esto está mal! ¡Ya deja de insistir! ¡Ya lo hemos hablado!

Genya se alejó un poco, evitando la ira de Sanemi, pero sin dejar de mantener su mirada.




Bueno, hasta aquí dejo la primera parte(esta corto lo sé, pero es mi primera vez) ¡Disculpen si tuve errores ortografíacos y sí me comí
algunas palabras! Es que
luego es mi teclado no yo
Vie, 12 de julio 2024.

Amor de sangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora