Capítulo 6/ Porque tu

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Izuku estaba devastado. Como se supone que sales a divertirte con tu hermano, te lo estás pasando super genial. Como hace tanto no te diviertas, por fin consigues que tuviera un poco de seguridad para estar de fiesta.

Y no hay rastro de él por ningún lado, solo sabes que se fue con el alfa, que hace dos años se lo quitaste antes de marcarlo. — Todo saldrá bien, estás con él, no creo que quiera hacerte daño, no sería lo suficientemente estúpido para hacerlo.

El sigma tomó su celular para marcarle a su hermano, pero recordó que dejó su teléfono en casa, no creyó necesitarlo, suspiró pesadamente y llamó a sus padres. — Yagi sé que estás con Aizawa, ¿puedo ir a verlos al hospital?

📞 Claro hijo, aquí te esperamos.

La voz de Izuku sonaba rara, hizo su mayor esfuerzo para no quebrarse en la llamada, aunque sus lágrimas caían sin control, tomó un taxi y se fue directo al hospital que con tanto esfuerzo habían hecho ambos padres.

Subió al elevador con el alma destrozada, y en cuanto vio a Aizawa se derrumbó. — ¿Qué sucede? Hijo. —Lo cargó y lo llevó a su silla para tratar de calmarlo.

Soltó sus feromonas para calmarlo, pero no funcionaron, al contrario, lo alteraron aún más, pues a pesar de tener un lazo de verdadero cariño, no era lo mismo como un lazo de sangre.

Las feromonas de tus progenitores se sentirían tan bien y te ayudarían en estos momentos difíciles. — Aizawa quita las feromonas. — El peli negro vio el rostro nauseabundo de su hijo y solo se alejó.

— Lo siento yo, no debí...

Izuku se dio cuenta de lo que hizo y había herido a una de las personas que, a pesar de no ser su sangre, daría lo que fuera por él.

— Papá... Discúlpeme, esto no es por ti, yo...

Yagi se acercó al alfa y lo abrazó, le dedicó una hermosa sonrisa, besó sus labios y se acercó a su hijo. — Quiero que nos digas todo, Izuku, sé por tu hermano que has estado pasando por cosas difíciles y es momento de hablarlo.

En cuanto escuchó que Yagi mencionó a su hermano, volvió a llorar sin parar, subió los pies a la silla y abrazó sus piernas, comenzando a sacar su propio aroma.

— No está. — soltó.

— ¿Quién no está? — dijeron al unísono, se voltearon a ver y después su mirada se dirigió a su hijo.

— Ese maldito alfa se llevó a Denki. — Sus feromonas eran molestas. — Y todo por la culpa de otro idiota alfa... Ya no sé qué hacer, no sé qué pensar.

— Hijo, es su destinado, no puede negar ese lazo. Sabías perfectamente que esto pasaría algún día, aunque esperábamos que fuera muy lejano. — Aizawa se acercó de nuevo, sabía que lo antes sucedido no era por la culpa de Izuku.

— Tú no seguiste al destino, estas con mi padre beta y me vienes a decir eso, ese alfa solo quiere poseer el lazo para seguir jugando con los omegas, desde que se dio cuenta de que Denki era su mitad, no pudo volver a acostarse con sus putas y si marca a mi hermano los aromas de los demás serán inexistentes.

Izuku tenía un buen punto, pero al final no sabían cómo en realidad sería después de que lo marcará, todo podía cambiar, sin embargo, la intuición de Izuku pocas veces se equivocaba.

— Solo Denki puede decidirlo, hijo, sé que no quieres que tu hermano sea lastimado, ¿pero oliste que estaba asustado en sus feromonas que seguramente rastrearte?

— No, se sentían en sintonía, pero ese maldito sabrá lavarle la cabeza, yo lo sé... — Yagi se acercó a su hijo y le tomó la mano.

— Contigo a su lado no saldrá lastimado, tú lo has protegido hasta donde puedes hijo y siempre estarás para él, así que solo esperemos a que regrese, Denki por ti salió adelante... — Le sonrió.

Quien mas que yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora