El desenlace de la batalla.

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El chico llegó hasta donde Alina estaba presa . Él chocó contra un muro invisible , echando así su cuerpo atras como si hubiese sufrido una descarga.
La cual hizo que perdiese su transformación, dejandole así a la vista como un niño indefenso.

Me puse en movimiento y me acerqué al chico que estaba seminsconciente .

—Sálvala... Salva a mi madre, por favor.
Ella ...- tosió y calló un hilo de sangre por su boca- Sálvala ...papá.

Al oír esa última palabra de sus labios, ya que inmediatamente después, se desmayó .
Salí corriendo hacía el lobo que tenía presa a Alina.

—Vamos, ¿quieres entrar ?.

Me desafió el que la tenía presa.

Rugí en respuesta.

Mi mirada con todo el odio que pude reunir, se centró en el.

—Vamos, llevo milenios esperándote... hermano.

La consciencia que me daba saber que él era el culpable de todos los males del clan desde hacía tanto, me dio la impulsibidad de correr hacía ellos.

No paré en pensar que me pudiese pasar lo mismo que al chico.

Ya que la rabia que sentía le ganaba al sentido común.

—¡Espera Alister!.

El llamado de la que fue liberada me frenó el paso.

Mi respiración agitada llenaba mis pulmones y mis ojos no querian mirar a Alina.

No necesitaba saber ahora mismo si ya no respiraba , que esperaba que no fuese así o de lo contrario , me volvería loco y arrasaría con todo aquel lugar.

Ella comenzó a recitar unas palabras , las cuales hicieron que sus ojos verdes brillasen aún más intensamente.

Su pelo negro como la noche bailaba en el aire al son de sus palabras recitadas.

Ví el cambio de expresión por parte del lobo.
Parecía que la hechicera surtía efecto con su conjuro.

—¡Ahora Alister!.

El gritó que salió de ella después , pondría los vellos de punta.

Corrí hacia allí sin perder más tiempo y entré en la cúpula que envolvía a Alina y al que un dia llamé hermano.

— Esa pequeña bruja , aún le quedaba algo de poder.

Dijo al verme entrar. Miré detras de mi y ella había caído al suelo.

Las personas allí congregadas acudieron a socorrerla.

Los lobos que quedaban del bando enemigo, habían desaparecido.

Allí solo quedábamos nosotros.

—¿Por qué?.

Me sorprendió que yo pudiese hablar.

—Mira , dentro de la cúpula de mi poder hasta puedes hacerte oír , Alister.

El chasqueó su lengua. Eché un vistazo rápido a Alina.

Ella tenía los ojos cerrados pero su pecho se movía.

Me alivió mucho ese echo.

—¿Por qué?.

Volví a repetirle.

—¿Por qué?.-Una risa nació de él, una que me puso los vellos de punta - Por lo que mueve el mundo querido hermano -doblé mi boca ante el desagrado que me produjo ese apelativo - poder.

AullidosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora