Tres o cuatro días

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- Esté es para la señora Julia. Pásame dos jabones de lavanda, champú para bebé. Un frasco de esencias de la reina y....

- El champú del azul, el de 0 a 2 años? - preguntó Carmen.

-Si, ese, que es el que se lleva siempre.

Marta entró en el almacén. Fina y Carmen estaban preparando los pedidos de esa semana.

-Buenos dias. Que tal todo?- Marta estaba de muy buen humor.

-Bien, Doña Marta, preparando los pedidos.

Fina sonrió a Marta. Y siguió preparando la caja.

-Poned en cada paquete unas muestras de estos jabones que traigo aqui - Marta le dió a Carmen una caja que llevaba en la mano. Quedaros una muestra vosotras y los probáis, y me decís que tal son. Por cierto, han llegado los uniformes nuevos. Os van a encantar. Id luego a pedirselos a Paloma . Quiero que los estreneis esta tarde. Y avisad a Claudia también.

-¿Tan pronto? que bien. Tengo muchas ganas de cambiar - dijo Carmen.

-Estoy segura de que el azúl oscuro os va a quedar genial. La camisa es azul claro. Estos colores se llevan mucho ahora en grandes perfumerías, como las de París. Os dejo que sigáis - y se marchó sonriendo.

Fina le sonrió y se quedó mirándola mientras se dirigía al despacho. Iba con ese abrigo gris que tanto le gustaba. Y su paso firme y cabeza alta.

-¡Que ganas¡ Me apetece quitarme un poco el rosa, que llevamos años sin cambiar. ¿Fina?, me estás escuchando?

- eh?...ah si...si..

-si que?

-...el azul...

- Fina...no me estás haciendo ningún caso. ¿y esa miradita? Fina no, eh, dime que no - dijo Carmen muy seria.

- No que?

Carmen se acercó y cogió a Fina por el brazo, miró alrededor y bajó la voz. - Pues que te acabo de ver mirando a Doña Marta, de una forma que tu y yo sabemos. Fina no, no te vayas ahora a enamorar de la hija del Patrón.

- Que no , Carmen...

- Te conozco de sobra. Y llevas días rara. Fina, quitatelo de la cabeza porque es un imposible.

Fina la miró y bajó la mirada. Siguió preparando el envío.

- Estate tranquila -dijo. La verdad es que Carmen era como una hermana para ella. Le hubiera encantado decirle que sí. Que estaba enamorada de Marta. Y que no era un imposible...pero no podía, porque era un secreto que no sólo la implicaba a ella...

-Venga, pásame una muestra de jabón y lo cierro. Este paquete ya está listo- dijo Fina. Pero Carmen seguía mirándola de forma inquisidora, queriendo averiguar qué estaba pasando.

(...)

Marta se bajó del taxi. Sacó un trozo de periódico. Si, era ahí. Miró alrededor. Era una buena zona.

Se dirigió al portal y llamó. En seguida le abrió el portero.

-Buenas tardes señora, en qué puedo ayudarla?

-Buenas tardes. Soy Marta de la Reina. Hemos hablado esta mañana, lo recuerda?

- Si, por supuesto¡¡ pase. Es un placer. Acompáñeme, por aquí. Prefiere las escaleras o el ascensor? Es el primer piso.

-Escaleras. Me vendrá bien el ejercicio.

El portero sonrió - pues sigame entonces.

Llegaron al primer piso. El hombre sacó un manojo de llaves. Una de ellas abrió la puerta. Le hizo un cordial gesto para que ella pasase primero.

En un mundo paralelo...sucedió así.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora