Red y Chloe han frustrado los planes de Uliana y logrado que los villanos estén castigados durante el fin de semana que se realiza el baile. Red suspiró aliviada y juntas presionaron el botón del reloj y regresaron a Auradon. La Reina de Corazones estaba parada en el medio de la plaza con el príncipe Encantador de rodillas llorando sobre los cristales rotos de las zapatillas de Cenicienta.
—Corten su cabeza —ordenó con una voz fría, pero con una escalofriante sonrisa en los labios.
—¿Qué? ¡No! —Chloe gritó y advirtió a los naipes de su presencia. Los guardias de la Reina de Corazones giraron en perfecta sincronía hacía ellas. Chloe blandió su espada y se preparó. Red la imitó preparando los puños aunque no estaba del todo segura de lo que iba a hacer.
—Esto no tiene sentido, lo resolvimos, evitamos que Uliana hiciera la broma ¿qué falló? —preguntó, retrocediendo lentamente hasta que la puerta cerrada las acorraló —. Esto está mal, mamá, por favor ¿qué sucedió? —gritó.
—Eres tan decepcionante —murmuró preparando una de las cartas de su mazo y apuntando hacía ellas.
Red reaccionó tan rápido como pudo y tomó la mano de Chloe con fuerza, jalandola hacía ella y presionando de nuevo el botón del reloj. Una vez más la pequeña máquina del tiempo las llevó al pasado. Estaban en la habitación de la Academia Merlín que el mismo mago les había asignado apenas llegando.
Chloe lloró dejando caer la espada al suelo con un estrepitoso estallido metálico. Red jadeó y contuvo las ganas de llorar para agacharse hasta la altura de Chloe en el piso.
—¡Mi papá, mi mamá! Ellos... —sollozó. Red la abrazó.
—Lo vamos a solucionar —le dijo segura, pero en el fondo ni ella misma confiaba en sus palabras.
—¿¡Cómo?! Fallamos en algo, algo sucedió o quizá...
—Basta, escucha —inició Red tomando un segundo para pensar con la cabeza fría —. Sea lo que sea que haya pasado, aún tenemos tiempo de detenerlo. Mi madre sigue siendo la dulce y amable Bridget y falta un día para el baile.
—¿En serio crees que podremos detenerlo?
—Sí —le sonrió con amabilidad. Chloe se limpió las lágrimas y miró a Red con esperanza.
Ambas se levantaron del suelo y fueron en busca de sus madres.
(***)
Morgie Continuó sobre la rama del árbol y observó al mago Merlín marcharse de la academia otra vez.
—¿Qué demonios? —murmuró. Sus amigos villanos no habían salido ni siquiera cuando les hizo la señal de que Merlín estaba cerca de ellos. Bajó del árbol maldiciendo y logró colarse de nuevo a la academia. Subió los pasillos y escaleras hasta toparse con la oficina del director y abrió la puerta sin mayor inconveniente. Al entrar, miró a su grupo petrificados como estatuas en medio de la oficina.
Los quejidos de todos lo llamaron, Morgie les dio una vuelta mirando bien lo que les estaba pasando. Hades, el rebelde dios, Maléfica, la temible hada malvada y Uliana la terrible estaban de pie suplicando su liberación sin poder mover los labios, mientras que Garfio estaba en el suelo tumbado y sin los zapatos puestos.
—¿Qué les sucedió? —preguntó. Uliana se quejó con fuerza y no logró hacer que Morgie entendiera lo que estaba diciendo —. Yo buscaré una forma de que se revierta el hechizo —dijo como si fuera una idea brillante nunca antes pensada, pero Uliana y el resto hubieran girado los ojos de haber podido.
Morgie buscó en los papeles del escritorio alguna receta, pero no halló ninguna. En los cajones del escritorio de madera oscura halló un frasco brillante color celeste con la descripción de poder romper encantamientos con solo una gota, reservada para curar maldiciones extrañas y peligrosas.
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El Ascenso de Red: El reloj del tiempo
Fanfiction***Continuación directa de la película El ascenso de Red, pero con una divergencia del canon al final. Al volver al presente, Red y Chloe descubren que nada cambio en realidad y deben volver al pasado para averiguar qué sucedió en verdad.