Capítulo VII: Emoción

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Dos semanas habían pasado con rapidez para Mina, el trabajo había estado pesado y había llegado tarde unas veces más, pero se sentía tranquila con Nayeon cuidando de Jiwoo. Ambas estaban formando una relación cercana, de hecho, había escuchado las hazañas de ambas cuando podía ver a la pequeña omega después del trabajo o en sus días de descanso cuando la niña decía que extrañaba a la castaña.

—Vamos, Woo. Se ven todos los días, ¿ya no extrañas a mamá?—Hizo un puchero a la niña quien la miraba con los brazos cruzados al lado del sillón.

Era sábado en la tarde, Mina estaba demasiado cómoda en su sillón viendo algunas películas animadas con la omega cuando esta comenzó a pedir que visitaran a Nayeon. No pensaba molestarla ya que esos dos días que ella descansaba, Nayeon lo hacía también.

—¡Ella me dijo que podía visitarla cuando quisiera!—Apuntó con una ceja encarnada.

Mina suspiró negando.

—Bebé...

El timbre las distrajo, Mina se levantó mientras Jiwoo se sentaba enojada en el sillón con su ceño fruncido. La alfa abrió la puerta rascando su cabeza y allí encontró a una omega parada con una sonrisa dulce.

—Hola Mina—La voz armoniosa de Nayeon llegó a oídos de la revoltosa omega que se levantó como un resorte del sillón para correr hacia la vecina—. Oh, hola Woo—Le sonrió a la niña poniéndose de cuclillas para abrazarla.

Mina miró la mano de la coreana que traía un bowl tapado con un mantel pequeño, olía delicioso, a chocolate. Volvió su mirada hacia la omega quien la miraba mientras abrazaba con cariño a su hija.

—Hola Nayeon, q-qué linda sorpresa—Dijo lo primero que se le vino a la mente, queriéndose golpear por esto. ¿Por qué carajos le había dicho eso?

—He venido a visitarlas un rato...Si no les molesta—Se enderezó y le extendió el bowl a la alfa—. Traje galletas de chocolate.

—¡Mis favoritas!—Gritó la pequeña Jiwoo saltando con emoción.

Mina tomó el bowl y le sonrió haciendo una leve reverencia.

—Claro que no nos molesta, pasa—Le pidió, a lo que ambas omegas se adentraron a la casa mientras Mina cerraba la puerta.

Les siguió en silencio, escuchando como ambas comenzaban a hablar.

—Estaba convenciendo a mamá para ir a tu casa, pero ella me dijo que estabas cansada de verme. ¿Es verdad, Nay?—Hizo un puchero que de seguro derretía a cualquiera, pero que Mina sabía que era todo un drama.

Rodó los ojos dejando las galletas en la mesa de centro del sillón. Ambas omegas tomaban asiento en este, Nayeon abrazaba a Jiwoo acariciando su cabeza.

—¡Nunca! Tu mamá no sabe lo que dice—Le dio una mirada seria a Mina quien bufó cruzándose de brazos.

—¡Eso es mentira! Simplemente le estaba pidiendo que pasara tiempo conmigo y te dejara descansar en tus días libres—Objetó mirando a su hija quien le sacaba la lengua burlándose de ella—. Myoui Jiwoo, dile la verdad—Amenazó apuntándola.

Nayeon miró a la niña quien volvió a su puchero.

—Bueno...sí, pero yo quería verte de igual forma. ¡Por eso viniste! ¿Me escuchaste?—Se levantó con sus ojos brillantes.

Mina sintió algo al ver esa escena. Las palabras de Jiwoo...Los omegas podían crear lazos fuertes entre ellos, tanto como para sentir que alguno de ellos está sufriendo por su celo o se siente triste. Tal vez...¿Nayeon estaba sintiendo que Jiwoo quería verla? ¿O fue simple casualidad? Aún así, miró con atención la reacción de la mujer quien le sonrió a la omega como si nada.

Single Alfa | MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora