Nami es vista como una mujer modelo por la alta sociedad, una buena esposa que es capaz de hacer lo que sea por su esposo y una chica de buenos modales.
Pero todo era una falsedad...
Nami no era así, no amaba a su esposo, lo odiaba con todo su ser y...
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La noche había llegado y eso había hecho que Nami soltará un suspiro, estaba en el auto con Ichiji alejada de ella, lo cual le agradaba ya que no soportaba cuando debían actuar como una pareja respetable de la alta sociedad.
Nami miraba las estrellas con una pequeña sonrisa en sus labios, recordaba como el viejo Garp le había enseñado a guiarse por las estrellas para encontrar el caminl a casa.
Ichiji: ya llegamos, cambia esa expresión -dijo serio.
Nami salió de sus pensamientos y simplemente obedeció.
Sumisa, obediente y con buenos modales...
Así debía actuar fuera de ese lugar al que está obligada a llamar hogar.
Ichiji abrió la puerta y ofreció su brazo con para que Nami lo tomara, con tranquilidad ella lo hizo y empezaron a saludar a las personas que se encontraban.
Según lo que había oído sobre Nico Robin ella era una mujer bastante reservada que no era de hacer este tipo de fiestas y cuando las hacía no invitaba a muchas personas, para invitar a tanta gente debió ser por una razón muy grande.
¿Planea casarse? ¿Presumir sobre algo que consiguió? O...¿Presumir sobre su riqueza?.
Esas eran las únicas manera para que esa mujer quisiera hacer este tipo de fiestas.
Cómo sea, tampoco es que se la encuentre en la fiesta.
Ichiji: habla con las demás mujeres de ropa y todo eso, muchos dicen que odias socializar y yo debo mostrarles que mi esposa ama socializar -murmurro serio.
Nami rodó los ojos y sólo obedeció, el problema no era ella... El problema era el de esas mujeres que hablaban de cosas superficiales y presumían toda su mierda.
Miro detrás de ella y vio que Ichiji estaba hablando con unos hombres, al ver ya no tenía al idiota siguiéndola con la mirada se fue de la fiesta para poder respirar tranquilamente, necesitaba un descanso de toda la atmósfera de falsedad que había en el lugar.
Cuando estuvo completamente sola soltó un suspiro de alivio, al fin podía respirar aire fresco.
Se recostó sobre el árbol que estaba detrás de ella, quería llorar y gritar, quería quejarse de la vida que estaba llevando pero no podía hacerlo...
Si hacía una escena ellos estarían en peligro y sabía que había personas en el mundo que estaban sufriendo más que ella en esos momentos.
Levantó su mirada reteniendo las lágrimas que querían salir y miro las estrellas.
Las estrellas le recordaban las pecas de Ace y las mil veces que Luffy había dicho que parecían estrellas.
Una sonrisa melancólica apareció en sus labios y soltó un suspiro, el viento frío era muy refrescante para su gusto, cerro los ojos disfrutando del viento.
???: es algo raro ver a alguien fuera de la fiesta -dijo con calma.
Nami:¡Ah!.
Se alejo del árbol y miro a una mujer junto al árbol, se tocó el pecho para poder recuperarse del susto que le había dado la mujer...
???: disculpa por asustarte, simplemente me pareció curioso verte fuera de la fiesta.
Nami miro a la mujer y se quedó sorprendida de lo hermosa que era, se notaba que era natural no como las señoritas de la fiesta que tenían más litros de silicona dentro de sus cuerpos que sangre.
Nami: descuide, es mi culpa por no haberme fijado de que alguien más estuviera aquí
La mujer sonrió dulcemente y llevo su mirada hacia las estrellas, Nami imitó su acción con tranquilidad.
Nami: esa es la osa mayor.
La mujer bonita la miro con asombro, seguramente no se espero que supiera de constelaciones.
???: me sorprende señorita...
Nami: Nami... Vinsmoke Nami -murmurro nerviosa.
Robin: yo soy Nico Robin... -dijo con una sonrisa.
Nami:¡¿Es usted?! -grito sorprendida.
Tan rápido como eso salió de sus labios sintió un ardor en sus mejillas, oh genial ahora Ichiji se quejaría de ella por haber actuado imprudentemente.
Se espero algo malo pero lo que recibió fue una suave risa proveniente de la hermosa mujer.
Robin: déjame adivinar, esperabas que fuera una vieja amargada y viuda ¿No?.
Nami: sinceramente sí... Aunque no pensé mucho en eso en el camino hasta aquí -murmurro nerviosa.
Robin había oído eso y eso le había generado curiosidad.
Robin: descuida... Quería relajarme antes de entrar a la fiesta...¿Quieres entrar conmigo?.
Nami quería negarse ya que tendría a las víboras detrás de ella pero... La mujer parecía amable y sinceramente preferiría estar cerca de ella antes que a las demás.
Nami: si no es molestia.
Robin: no es molestia -dijo con calma.
Nami sonrió amablemente y Robin le devolvió la sonrisa, le era curioso la forma de actuar de la joven... Era diferente a todas las mujeres que había conocido antes.
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