KAGOME
No podía creer que él estuviera parado frente a mí, vestido con unos sencillos jeans de mezclilla y una camisa azul de manga larga. Era un look casual que, aunque diferente a su habitual estilo más formal y pulido, no dejaba de resaltar su atractivo. Su porte relajado y confiado, acompañado por esa sonrisa deslumbrante, iluminaba toda la habitación y hacía difícil apartar la mirada de él. Pero debajo de esa fachada relajada, pude percibir una tensión que contrastaba con su sonrisa. Mis pensamientos se arremolinaron, mezclando la confusión y la incomodidad de su repentina aparición.
-¡Mi amor! -exclamó con gran emoción- Marqué a tu celular, pero...
-¿Qué demonios haces aquí? -preguntó Sango interrumpiéndolo bruscamente. Su tono era una mezcla de desconfianza y odio, claramente molestia por su inesperada llegada como si nada estuviera pasando
Bankotsu se volvió hacia ella, su mirada se endureció y su sonrisa se desvaneció, reemplazándola por una expresión fría y despectiva.
-Vine a hablar con 'mi esposa', - respondió con desprecio, poniendo énfasis en la última palabra-. Así que lárgate y déjanos solos, ahora, Konishi.
-¿Todavía tienes el descaro de llamarla 'esposa' después de lo que hiciste? - Sango cruzó los brazos manteniendo su postura desafiante-. La traicionaste de la peor manera.
-¡No te metas donde no te llaman, estúpida! -exclamó Bankotsu con rabia
-¡CÁLMENSE LOS DOS! -grité exasperada. Cerré los ojos y solté el aire contenido, tratando de calmar el torbellino de emociones que me envolvía.
El silencio que siguió a mi grito fue ensordecedor. Abrí los ojos lentamente, mirando a ambos con mucha seriedad. Sentía que mi paciencia estaba al límite, pero también sabía que necesitaba mantener la calma para enfrentar esta situación.
-Sango, por favor -dije con voz más suave pero firme-. Necesito hablar con Bankotsu a solas. Agradezco tu preocupación, amiga; pero tengo que arreglar... esto.
Sango me miró con inquietud, pero finalmente asintió y se dirigió hacia la puerta, lanzándole a Bankotsu una última mirada de advertencia antes de salir.
-Estaré afuera por si me necesitas, Kag.
El silencio llenó la habitación una vez que Sango cerró la puerta. Sentí un nudo en el estómago mientras miraba a Bankotsu, quien había recuperado su sonrisa, aunque ahora parecía más una mueca falsa.
-¿Qué quieres, Bankotsu? -pregunté muy indiferente, intentando mantener mi voz estable.
-¿De verdad tengo que explicarlo? -respondió con sarcasmo-. Necesitamos hablar sobre lo que están inventando en los medios-. Suspiré, sintiendo la presión de sus palabras.
-Está bien, hablemos -dije, haciendo un esfuerzo por mantener la compostura y aunque lo intenté, no pude controlarme-. ¿Qué es lo que quieres decirme? ¿Qué nada de lo que vi es cierto? O quizás, ¿Qué esa modelo es otra prima de la que no sabías de su existencia? -Bankotsu frunció el ceño, visiblemente molesto por mis palabras, pero trató de mantener la calma.
-Kagome, por favor, déjame explicarte -dijo, acercándose un poco más-. No es lo que piensas.
-Ah, ¿no? -repliqué, cruzando los brazos-. Entonces, ¿qué es? Porque lo que vi fue bastante claro.
-¿Vas a creerle más a ese programa de chismes? -suspiró, pasando una mano por su cabello en señal de frustración-. -Fue un malentendido, te lo juro. Esa mujer... Sólo fue una situación fuera de contexto.
ESTÁS LEYENDO
NOCHE DE COPAS
FanfictionÉl, el mejor agente de policía de todo Japón. Ella, la diseñadora de modas más talentosa que se pueda imaginar. Una vida llena de traiciones, desamor e infidelidades los lleva a perderse en una noche de copas. Los personajes de esta historia pertene...