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Cuando las personas están enamoradas todo es miel sobre hojuelas, todo es lindo, todo es color de rosa ¿Pero que sucede cuando pasa esa etapa? ¿Que realidad es la que te espera? Yuuji estaba descubriendolo en ese momento y era la sensación más dolorosa que había experimentado.
Los dolores físicos no tenían comparación, prefería enfrentar mil batallas que sufrir un corazón roto. Las lágrimas bajaron por sus mejillas, no podía frenarlas por más que se lo propusiera. "Eres fuerte Yuuji" "No vale la pena" "¿Que esperabas de alguien como el?" Eran frases que se repetia a si mismo y aunque sabía que eran ciertas aún no podía asimiladas por completo.
Satoru, su querido profesor no tuvo muchos problemas enamorándolo, después de todo, el nunca se había enamorado antes y ser cortejado por el albino fue toda una experiencia. Las mariposas en el estómago le quedaron cortas, Yuuji tenía todo un enjambre de abejas africanas cuando Satoru estaba cerca.
Todo surgió de una manera tan natural entre ellos, era casi como si el destino los hubiera juntado porque así debían de ser las cosas. Incluso en el momento de tener intimidad se sintió tan seguro en los brazos de Satoru que llegó a pensar que así sería el resto de su vida.
Yuuji era feliz, realmente feliz. Sentía que tenía la relación perfecta, no discutían, no había desacuerdos, tenían las mismas metas y planes a futuro.... al menos eso era l que Yuuji creía.
¿Cuando cambiaron las cosas? ¿Cómo comenzó todo? Una y otra vez repasaba eventos del pasado que pudieran darle una pista. Comenzó con cosas leves... típicas. Llevar su celular encima todo el tiempo y preocuparse más por su apariencia física, pero aún así no era un gran cambio.
¿Entonces como explotó todo? Solo fue una corazonada, una idea que no puedes sacar de tu cabeza ante ciertas actitudes. Yuuji entro a la cocina para preparar la comida del día siguiente, en un momento de distracción de Satoru, pudo observar como este apagaba la pantalla rápidamente ante su presencia.
Una discusión empezó entre ambos, algo que nunca sucedía, Yuuji argumentaba que si Satoru no tenía nada que ocultar le mostrará el celular, que la actitud del albino solo le estaba provocando sospechas. Mientras tanto Satoru se negaba a mostrar los mensajes que recién llegaban a su dispositivo.
Finalmente Yuuji logro quitarle el teléfono y ante ello al albino no le quedó más que decir rápidamente que había estado con alguien desde hace meses.
- Gracias por todo lo que has hecho por mi, pero hasta aquí llegamos - Le dijo a un shokeado Yuuji que ante todo esto no podía reaccionar. Yuuji sentía que no estaba dentro de su cuerpo, se sentía un espectador de los hechos que estaban sucediendo delante de el.
¿Que debía hacer? ¿Cómo debía reaccionar? Nadie nos prepara para situaciones como esas. Yuuji amaba a Satoru con toda su alma y aún así la persona que más quería lo estaba rompiendo en mil pedazos.
- Toma tus cosas y vete Satoru, porque yo no me voy a ir -
Y sin poder creerlo y como si fuera lo más fácil del mundo el albino así lo hizo. Cómo si Yuuji no fuera nada para el, como si el tiempo que compartieron no fuera absolutamente nada. Yuuji no era nada para Satoru y eso era lo más doloroso que alguien pueda experimentar.
Yuuji estaba hecho pedazos y cada vez que revivia los acontecimientos una y otra vez en su cabeza, dolian igual que la primera vez ... El amor duele, el amor te destroza... el amor te decepciona... El amor te destruye.
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