Desde que nací siempre vi esas cosas, pesadillas o alucinaciones... no importa su origen, pero si sus intenciones maliciosas contra la humanidad.
Yo, algo que se le llamaría un inmortal he decidido llevar a la humanidad a una era de paz, progreso y...
2 años después, Puente de mando de la Terminus Est, Acorazado insignia de Mortarion...
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En la nave principal de Mortarion, Lorgar yace en el suelo sangrando de la cara, la cual fue golpeada repetidas veces por Ikal hace instantes, Lorgar ve con odio a quien no pudo vender al caos en su totalidad y mas bien, le termino dando mas poder y evitando que Lorgar pueda tomar control de la herejía como quiere si algo le pasa a Horus, pues quien tendría tal cargo, seria el mismo Ikal y si algo pasara el padre de los Ancestros, seria Perturabo, Lorgar esta al ultimo y esta vez, como muchas otras veces pasadas, esta siendo humillado, mientras Mortarion solo ve esto desde su asiento viviente.
Lorgar: eres un... gran idiota, que cree que Horus liderara a la humanidad sin nuestra ayuda, vives en un mundo de ensueños
Ikal: bien, te diré una frase de mi era, por mas que el destino quiera arrebatarme mi pasado, no se lo permitire... los sueños, los sueños nos salvan, los sueños nos elevan y nos transforman en algo mejor, menos con fracasados como ustedes
Lorgar: serás un
Ikal: solo quieres venganza, contra aquellos que no les hicieron caso o les prohibieron seguir sus erróneas actividades
Mortarion: y tu, ¿crees poder conseguir tal sueño de una humanidad unida?
Ikal: por mi alma, juro que hasta que mi sueño de una galaxia unida, donde la dignidad, el honor y la justicia sea la realidad que compartan todas las razas extraterrestres, nunca dejare de luchar, nunca
Lorgar: ¿eres un idiota que crees que conseguirás ese sueño, sabes que lado tomaste, acaso crees que algo así se cumplirá?
Ikal: mmh -sonriendo-
Lorgar: ¡tu maldito traidor de traidores, tu alma no tendrá el perdón de la muerte cuando llegue tu hora!
Ikal: sigue llorando Lorgar, por como eres, es como terminaste, un pobre super humano, que no sabe seguir simples instrucciones a menos que le den una paliza o una lección y busca ayuda en donde no debió, solo para que sus supuestos dioses lo usen como un triste títere sin conciencia, tu no eres el titiritero Lorgar, es otro y lo hallare
Al lugar, entra por una de las bocas con dientes o lo que sea ahora la puerta de entrada, un astarte exterminador gigante, uno que soltaba un olor tan nauseabundo, con seres demoniacos parecidos a moscas volando a su alrededor y soltando un aura verde que estaba corriendo parte de la armadura de Lorgar y haciendo visible el campo psíquico de Ikal.
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