capitulo 20

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Después del grandioso banquete Amiel y Aemond se pasaron a retirar, querían descansar ya que se la pasaron caminando y aparentando agrado a tal evento, mañana sería la caza así que harían una fogata mientras alistaban sus armas, pero los príncipes obtaron por ir a sus aposentos.

Amiel aún se sentía molesta y casi no hablaba, cosa que pudo notar el príncipe, pero no sabía cómo acercarse a ella sin que está se molestará, será que en verdad estaba celosa?, Amiel se encontraba sentada en el sillón leyendo, parecia que no planeaba dormir en la misma cama que el

-Amiel, ¿todavía no dormirás?-

-En un rato- dijo sin verlo

-ya es tarde-

-asi es-

Aemond no sabía que hacer y actuó por instinto, la joven seguía leyendo que no vio cuando se paró el príncipe y se arrodilló ante ella colocando su cabeza en sus piernas que al momento el príncipe rodeo su cintura.

-Que haces Aemond-aunque no le molestaba su toque, le sorprendió que lo hiciera

-si aún no dormirás, puedo quedarme aquí contigo?

-Amor como vas a estar en el piso

-no me importa

-ves ala cama, en un momento voy

-no

-Aemond

-ya no estés molesta conmigo, ven ala cama no me dejes solo

-jajajaja aemond estamos en la misma habitación pero esta bien vamos-los dos príncipes se dirigieron a la cama, aemond se pegó a la princesa bajo las sábanas tan rápido cuando se acostó su esposa, ella solo soltó una risita ante aquello tan dulce, Aemond pegaba su nariz en los pechos de amiel, desde que estaba joven amaba oler la.

-Aemond me da cosquillas tu nariz-

-lo siento, solo que debo aprovechar estos pocos momentos para grabarme tu olor y siempre tenerlo presente cada que me vaya algun lugar lejano-

El príncipe siguió pegado a la princesa en verdad deseaba más momentos asi con ella, pero no quería incomodar la, así que se separó de ella

-Por que te alejas?

-No quiero incomodarte

-no lo haces-despues de eso amiel bajo sus tirantes dejando al descubierto sus senos y abdomen, quedando su vestido de noche solo cubriendo abajo, aemond quedó helado ante eso jamás los había visto como tal, eran tan hermosos y grandes, se quedó un momento viéndolos, se sentía tan extraño, sentia un dolor en su parte baja, algo le hacía presión en su pantalón.

-por que no te acercas?

-enserio puedo?

Amiel solo agarro la cabeza del príncipe para acercarlo a sus senos

-chupalos

-Aemond pudo sentir que sus mejillas estaban calientes, acto después el principe ya se encontraba pegado a los senos de su esposa, chupaba uno después el otro, los succionaba como si esperaba que saliera algo de ellos, para ese momento el príncipe ya estaba perdido, asi que acto después aemond se colocó arriba de amiel mirandola directamente a los ojos y ella podia ver que sus pupilas estaban totalmente dilatadas tanto que no se lograba ver lo blanco de los ojos, sabia que lo que fuera a pasar sería algo brusco pero ella quería estar con el, verlo exitado, pidiendo por más, su cuerpo sudando, en verdad queria darle hijos a este hombre.

Aemond se quitó el pantalón sin dejar de verla eso ponía nerviosa ala princesa, sin algún permiso el principe metió sus manos abajo donde ese vestido todavía cubria y sin mas el le quito la ropa interior para después oler la y pasarla por su cuerpo y no iba a decir que no le éxito eso

𝖀𝖓 𝕯𝖗𝖆𝖌ó𝖓 𝕰𝖓𝖆𝖒𝖔𝖗𝖆𝖉𝖔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora