God is a Woman

» 1 1

Capítulo 11. Inicio de matrimonio.
Confianza - Parte I.

Maratón 2/1
Capítulo largo

Gema

Tres meses después.

—¡Christopher! —  Gritó. — Tenemos que irnos!

» Este hijo de su puta madre, ¿Por qué demora tanto?

—Ya estoy aquí, mujer. Escuché ese insulto. — volteó y observo que lleva en sus brazos a Aarón con el cabello despeinado. Mi hijo tiene la cara enojada, me salió gruñoncito.

—Christopher Morgan...¿Por qué tú hijo tiene el cabello así?

—Hay una gran explicación para eso, nena.

Ya va con sus mierdas.

—Dila.

—Intente peinarlo pero se enojo más. El sólo deja que lo hagas tú, no aguante a su llanto de mierda, así que lo deje de esa manera.

Diosito, te lo llevas o te lo mando.

Aarón ríe por la palabrota que dice su padre y solo pido que no se convierta como él. Christopher es una mala influencia.

—Bien, se que a mi niño no le gusta peinarse. Vamos tarde, Amelie y Asher ya están en el auto con Reece.

—¿Por qué tenemos que ir a esa mierda?

—Christopher, es tu madre.

—Por eso. — este hijo de puta.

—Tenemos que ir. Puede ayudarte en tu campaña. Tu madre está apoyando algunos orfanatos y dando donaciones. Sí apareces allí y das tu apoyo, tus votos se elevarán y.. ¿estás poniendo atención a lo que digo?

—No. — Dice. Su mirada en todo momento estuvo puesta en él escote de mi vestido. — Estoy imaginándote sobre esa maldita mesa que tenemos de adorno, desnuda y con la piernas abiertas para recibirme.

—Sea la mierda que imagina tu mente, no podemos. Vámonos.

—Maldita sea.

Tomo a mi pequeño bebé de sus brazos y camino, oyendo sus pasos a mis espaldas.
Tres meses transcurrieron desde mi parto y muchas cosas pasaron pero lo que más me sorprendió fue lo empalagoso que ahora está Christopher. Por lo que puedo cantar victoria.

Llegamos al auto y entramos encontrándonos con Reece haciendo caras estúpidas a mi pequeña princesa, que solo lo miraba con seriedad.

—Así no llamarás su atención, Daddy.

Qué estupidez. Escucho la voz de Christopher en el asiento del piloto y le envío una mirada.

—Conduce, estúpido. — la risa de Reece hace eco en el auto y le sigo. Bendecida por su risa, daddy.

Aarón que está en mis brazos se mueve inquieto y empieza a quejarse, se lo que quiere. Estoy salvada al saber que Asher y mi pequeña princesa están tranquilos.
Mi gruñoncito palpa mi pecho, no pierdo tiempo en bajar una tira de mi vestido dejando a la vista mi seno. Él se engancha a mi pezón, succionando con rapidez.

—Mi niño, hermoso, idéntico a su papá que no le gusta separarse de mis tetas.

—¿Gema, qué carajos? — Christopher detiene el auto con fuerza al verme como me encuentro y ve como Reece toma las sillas de mis dos bebés que se encuentran llorando por la acción.