Séptimo

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... Es el recuerdo que nunca muere

... El rechazo latente en mi pecho

... Tus ojos encontrando los míos

Habían pasado tres días desde que Jungkook dejó de hablar con él, ni siquiera para poder tomar sus lecciones de lectura, o entrar a su estudio para llevarle la merienda, o bien el escuchar cómo se negaba a hacer algo

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Habían pasado tres días desde que Jungkook dejó de hablar con él, ni siquiera para poder tomar sus lecciones de lectura, o entrar a su estudio para llevarle la merienda, o bien el escuchar cómo se negaba a hacer algo. Taehyung se vio excluido de su vida desde que el omega se quedó junto a Jimin, lo único que obtenía de él eran los reportes de seguridad donde detallaban que lo habían visto andar cerca de los muros, deambulando con un semblante tranquilo mientras su escolta personal lo seguía de cerca.

Parecía que tenían conversaciones constantes a las que el delta se limitaba a responder con respuestas poco elaboradas, lo cual por supuesto que le hacía ganarse más de un ceño fruncido y uno que otro gesto caprichoso. Con todo eso, el escolta lograba sacarle más de una sonrisa tímida.

¿Por qué parecía que tenía más afinidad con ese delta que con él?

Jungkook estaba más tranquilo a su lado, Taehyung podía percibirlo cada vez que lo veía a la distancia compartiendo tiempo con ese guardia. Mantenía bloqueado su lazo por el cual había intentado intercambiar una que otra conversación o advertencia, lo que le dejaba en claro que no solo la parte humana se encontraba molesta, sino también el lobo contrario.

El mensaje quedaba más que claro, no estaba dispuesto a mantener una conversación con él. Quizá lo merecía porque en ningún momento había encontrado la manera para disculparse correctamente, aunque siendo sincero, Jungkook tampoco le dio paso para poder intercambiar palabra alguna.

La noche anterior pudo observar apenas una escena algo inusual, casi logrando cruzar miradas con el omega, dispuesto a utilizar la única excusa válida, pues a la mañana siguiente partirían de ahí, regresando a la casa principal; sin embargo, ver una sonrisa plasmada en los rostros de Jimin y de Jungkook le dio cierto grado de tranquilidad a su lobo inquieto.

Jimin también había estado alejado de él, prefiriendo tener la compañía de Jungkook, era un alivio que ambos omegas se hicieran compañía, sin embargo, el líder se sentía intranquilo al recordar que Jimin no era precisamente alguien que actuaba sin un plan.

Dos omegas juntos eran sinónimo de problemas...

El llegar a la habitación donde ambos estaban le dio una pequeña idea de lo que podrían estar haciendo, aunque era confuso el escuchar hablar a Jimin sobre utilizar ciertas prendas que lo harían ver menos salvaje, mientras que Jungkook daba pequeños gruñidos quejándose sobre lo incómodo que era. Casi logró imaginarlo con ese mohín característico que simbolizaba su disgusto hacia algo y quizá si no estuviera molesto ya habría acudido a él para quejarse.

Aunque no pudo pasar, eso no evitó darles la noticia para mencionar que partirían a la mañana siguiente, obteniendo por fin un susurro de Jungkook ante las palabras del alfa.

Crown, Thorns & BondsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora