Probablemente leyeron el título y pensaron "¿cómo es esto posible? ¿es una broma?" pero no, ¿CÓMO VA A SER UNA BROMA ESTO?
Empezaré por contarles el principio de esta historia. Mi nombre es _____, tengo 14 años y soy mexicana. Soy- bueno, era una adolescente común, tenía amigos, me iba bien en la escuela.
Pero hay algo que nadie sabía... me gusta el anime. No tiene nada de malo, pensarán ustedes, pero en un ambiente tan hostil como el mío, lleno de fifes, tararas, y señoras católicas, te llamarían Otaku por el simple hecho de confesar haber visto Naruto.
Aunque en realidad si he visto Naruto, y he visto cientos de animes, y aunque me da pena admitirlo, tal vez si soy Otaku.
Esta historia comienza en una noche de verano a las 2 de la mañana, al fin eran vacaciones. Salí de habitación pareciendo un muerto viviente, buscaba que comer.
Abrí la puerta del refrigerador y tome el paquete de jamón, estaba a punto de abrirlo cuando los vi ahí en la mesa, solitos y tristes: unos panquecitos con chispas de chocolate.
Cómo la buena hambreada que soy, tomé uno y me lo metí a la boca. Di el primer mordisco, y fue entonces cuando me percaté de algo...
No eran chispas de chocolate, ERAN PASAS. Grite horrorizada ante el asqueroso sabor de las pasas, provocando que un gran trozo de horrible pan con pasas se fuera hasta el fondo de mi garganta.
Sentí mi garganta cerrarse, impidiendo el paso de aire. Empecé a toser con desesperación: "Go go go go go."
Bueno, no sonaba a tos, pero era tos.
Entonces mi vista comenzó a nublarse, caí al suelo y todo se volvió negro.
Supuse que era mi fin, que eso era todo lo que había vivido. Pero entonces, todo se iluminó. Estaba en un jardín precioso, el aroma a flores inundaba mis fosas nasales.
Frente a mi, un aura brillosa resplandecia, la magnífica entidad dueña de esta energía tan poderosa era un ser de pelaje azul con pequeñas manchas moradas, y unas curiosas alitas... era:
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"
Bibble...?" Pregunté incrédula ante la criatura frente a mi.
"Así es, pequeñe criature..."
"¿Qué estás haciendo acá? ¿Tú me llevarás al otro lado?"
"Algo así... verás." Unas escrituras mágicas flotantes resplandecieron frente a Bibble. "Has sido una buena persona, hije míe, por lo que he decidido que para tu descanso eterno, estarás en uno de tus universos soñados."
"¿Qué dices? ¿A qué te refieres? No entiendo..."
"Después de morir, unos van al cielo, otros al infierno, otros renacen, otros se van a pasar su eternidad en una realidad donde podrán ser felices." explicó. "Tú, hije míe, eres el último caso. Pasarás tu eternidad felizmente en una realidad alterna. Podrás ser feliz, no te faltará nada. Pero no podrás hacer el mal en esa realidad. No podrás abusar de tu poder."
