Capítulo 35

1 1 0
                                    


Lucas y Sara cumplían recién dos semanas desde que iniciaron una relación sentimental, durante las clases pasaban el tiempo juntos en la biblioteca mientras él le recomendaba unos cuantos libros siendo consciente que ella no tenía tanta fascinación por los libros, pero lo escuchaba muy atenta hablar de ellos. Cuando cumplieron dos meses de relación, recibió una pequeña sorpresa; Sara era una amante del café y del mar, entonces él decidió alquilar una casa en la playa en donde pasarían un día entero para los dos solos.

— Mierda, creo que me entró algo al ojo.

— Espera, no te muevas. —Sara se acercó al rostro de su novio para ayudarlo, recibiendo un inesperado beso.— ¿Qué fue eso?

— Nada, una simple excusa para besarte. —Sonrió al recibir la misma reacción por parte de su novia.— Fue muy corto...

— Es suficiente, estás a cargo del almuerzo y si sigo distrayéndote entonces no comeré.

— No puedo permitir que mi novia muera de hambre. —Lucas continúo con su labor, sintiendo como Sara le daba un abrazo por detrás. Era una costumbre de su novia y él se acostumbró ante aquella muestra de afecto, debido a la amistad que habían mantenido antes conocía muchos gustos suyos pero siempre es diferente cuando se iniciaba una relación amorosa; después del almuerzo decidieron caminar en la orilla, Sara jugaba con él y corretearon por la playa como si fuesen niños por un día, finalmente le ofreció un abrigo al verla tiritear de frío.— Te puedes enfermar con este clima.

— Pero yo amo el invierno.

— Lo entiendo, pero puedes coger un resfriado. —Al tomarla de la cintura reposó su cabeza sobre el hombro de Sara, ambos admiraron por un poco más de tiempo el anochecer.—


                                     ∞∞∞


En la empresa en donde trabajaba Bruno, recibió un mensaje de voz por parte de su novia quién había llegado de imprevisto a su lugar de trabajo. Se dirigieron a la parte de la cafetería, allí Ana se mostró demasiado fría al rechazarle el beso a su novio, entonces él simplemente sonrió.

— ¿Qué pasa?

— Eso debo preguntarte a ti, te haz vuelto cortante conmigo... ¿Qué pasa contigo, osito? —Cruzó los brazos al desviar la mirada, entonces aquella posibilidad apareció nuevamente en su mente.— Sé sincero, ¿Hay otra mujer?

— Por supuesto que no. —Respondió en pocos segundos al beber el refresco helado.—

— Si no es una mujer, entonces es... ¿Un hombre? —Ante sus palabras consiguió que Bruno escupiera el refresco, cogiendo la servilleta para limpiarse.—

— ¿Qué dijiste?

— Eh tenido mis sospechas desde hace unos años, cuándo venías a verme siempre hablabas demasiado de Lucas y creía que era porque es tu mejor amigo; sin embargo, desde que inicio una relación con Sara, haz actuado extraño.

— No soy gay.

— Entonces ¿Qué sucede? ¿Por qué te haz mantenido de forma tan distante conmigo? Soy tu novia y hace tiempo que no tenemos relaciones.

— Estoy ocupado con el trabajo, es por eso. —Respondió al ponerse de pie.— No vuelvas a decir esa estupidez nunca más, no soy un maldito marica ¿Entendido? ¿Cómo pudiste decir eso? Lucas es mi mejor amigo.

— Es solo que-

— Olvídalo, hablemos más tarde. —Demandó al dirigirse hacía el ascensor, recordando las palabras de Ana que le provocaron una risa incontrolable.—


••• Golden Boy •••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora