Introducción.

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El área de tornaba de un color negro, el cuál solo veía cierta chica con unos ojos púrpuras tan intensos.

"¿Estoy muriendo? "

Fue lo que resonó en su mente al ver que unas tonalidades rojizas se esparcian en las paredes de esa habitación.

-Nee-san... -Fue lo que salió de sus labios al ver a su hermana frente a ella, junto a sus padres- Mamá, papá... Yo.

Fue interrumpida.

-Aún no es tiempo - No se creía esas palabras que acababa de escuchar.

Ella se iba a acercar pero, fue regresada de golpe a la realidad. Despertó al ver que aún seguía en la fortaleza, escuchando detenidamente unos sollozos.

-Nee-san- Era Kanao.

-Kanao... - Su voz apenas salía.

-Me alegro de que estés bien.

Ella se iba a levantar, pero le fue impedido ya que sentía que su cuerpo estaba un poco más pesado que de costumbre, una tela estaba acariciando la parte de sus pechos. Era lo que quedaba de su haori, junto a uno muy conocido para ella.

Veía que su pequeña aprendiz le decía algunas cosas, ella no escuchaba nada, lo último que supo fue ver que todo a su alrededor se tornaba de un color negro. Había perdido el conocimiento, volvió estar sumergida en sus recuerdos y sus sueños los cuáles volvían a cuando todos eran una gran familia, muy felices hasta ver que sus padres fueron asesinados por los demonios, su vida como una cazadora de demonios fue vista ante sus ojos, hasta volver a presenciar cómo su hermana mayor le era arrebatada su vida.

Éso la hizó reaccionar de nuevo ahora en una cama tan cómoda, uno de sus ojos estába cubierto por una venda que atrapaba parte de su cabello, pero su poca vista fue ver a un chico sentado frente a ella, por lo que vio en su pijama fue ver que su brazo derecho estaba doblado con cuidado.

Ella no sabía exactamente que había pasado desde que se desmayó, pero por ver la mirada del chico, se notaba asustado y por el cambio repentino feliz de ver que ella estaba bien.

Por inercia él la abrazo con cuidado, dándole la calma que ella necesitaba, haciéndola llorar, estaba al igual que él preocupada porque haya muerto en esta batalla.

Pero no, estaba aquí con ella cuidandola y demostrandole que estaba igual de asustado que ella.

Los días pasaban, hasta ver que que Tanjiro había llegado a hablar con ella, detrás de él venía Giyuu Tomioka.

-Shinobu-san, permítame casarme con Kanao, por favor- Estába arrodillado  con la cabeza gacha.
Era la primera vez que ella veía este tipo de cosas, lo presenciaban en sus misiones cuando veía a parejas muy enamoradas pidiendo la mano a los padres.

Ahora le tocó a ella tomar ese rol familiar, sintiendo un poco de calidez y calma el ver que su hermana menor fue pedida para el matrimonio.

-Puedes hacerlo Tanjiro, cuida muy bien de ella, te la encargó mucho.

Giyuu no dijo nada, solo estaba feliz de que su amigo tuviera una vida feliz con la mujer que él había ayudado a derribar su barrera. Lo cuál él empezó a pensar en la marca de cazador que habían manifestado los dos.

Su período de vida se había acortado.

Habían pasado unos meses después de que él le pidió matrimonio, como eran tan buenos amigos Shinobu y Giyuu se dispusieron a ir a comer ese día.

Shinobu estaba aún llorando, hace unos días su querida aprendiz había contraído matrimonio, no para de decir que la finca se sentía un tanto diferente desde que ella se fue.

-Fue hermoso- Limpió las lágrimas traicioneras que salían con una servilleta- Kanao y Tanjiro se veían muy felices.

Giyuu le acercó más servilletas, ella de verdad no dejaba de hacerlo, hablaba de lo bonito que fue su boda pero, dijo algo que hizo que estuviera en shock.

-¿Qué tal si nos casamos?

Ella derramó su vaso de té, pensaba que estaba soñando.

Pero era la realidad, Tomioka Giyuu el antiguo y último pilar del agua le estaba pidiendo matrimonio.

-¡¿Eh?! - Fue lo último que dijo.

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Nueva historia de las 20 mil que tengo pendientes ꉂ(ˊᗜˋ*)♡

Créditos a Haze, por su art inspirar este fic 🩷

Espero que les guste.

Y que, ¿Merezco review? 🩷

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