NEW VERSION: XXIV.

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NEW YORK, UNITED STATES

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NEW YORK, UNITED STATES. | HAYLEY.

Dos minutos y comenzaba la acción. Estaba parada atrás del pequeño escenario donde las prostitutas bailaban todos los santos días. Ellas estaban acostumbradas, yo no, pero como había sido mi idea, tenía que hacerlo.

Masen no estaba de acuerdo con lo que yo quería hacer, pero no tuvo otra opción de acceder a mi ayuda, ya que yo iba a hacerlo aunque él no quisiera. En el avión tuvimos nuestra primera pelea como pareja formalmente porque sí, ahora éramos eso y debíamos comportarnos como tal.

Nikolas estaba de acuerdo, no tenía problema, todo lo contrario, él creía que con mi ayuda iba a poder asesinar a Tobías mucho más rápido de lo que esperaba. Cuando Masen había ido a recibir a Nigeriano, se acercó y sorprendentemente me agradeció por lo que estaba haciendo y por como me estaba arriesgando.

Me gustaba ayudar y era mucho mejor que quedarme en la mansión aburrida sin hacer ni una cosa divertida. Eso iba a hablarlo más tarde con Masen, ya que si él podía ponerme reglas como no intentar escapar, yo podía decirle que quería meterme en los negocios y en las misiones diarias que tenían.

—Principessa, ¿lista? — me pregunta Masen a través de la radio que estaba conectada con un aparato que apenas se notaba. Eso me iba a ayudar por si algo se salía de control mientras intento llevar al presidente a la habitación.

—Siempre, amor.

Inmediatamente luego de eso, la música comienza a sonar lentamente dándonos la bienvenida al escenario donde teníamos a muchos hombres observándonos como si fuésemos carnada. No era nada nuevo para mí esto, muchos hombres me habían observado de esa manera, pero ahora era totalmente diferente, porque iba a permitir que me tocaran.

Caminé lentamente acompañada de dos bailarinas que balanceaban sus caderas desesperadas por ganar mucho dinero esta noche. El show ya había comenzado y yo tenía que comenzar a actuar. Moví mis caderas sensualmente mientras hacía contacto visual con cada hombre asqueroso en esa habitación.

Luego me giré y moví mi trasero en movimientos lentos, pero seguros, sabía perfectamente lo que hacía. Me encontraba solo en ropa interior y las bragas apenas me cubrían, así que aproveché y comencé a bajar la cintura hasta que mis dedos tocaron mi tobillo para volver a subir, pero esta vez sensualmente.

Podía sentir su mirada en la oscuridad, sabía que tenía la sangre hirviendo. Reconocía la mirada de Masen desde cualquier parte y mi cuerpo reaccionaba cuando lo sentía desde lejos. Moví mi cabello que me estorbaba y dirigí la mirada hacia mi derecha, donde encontré a mi mafioso con los ojos pegados a mi trasero.

Oh, sí, sabía perfectamente lo que estaba haciendo. A su lado Nikolas lucía aburrido, y no miraba hacia donde me encontraba, solo estaba tecleando algo en su teléfono.

Tan rápido la música terminó, me bajé del escenario por los tres escalones y caminé directo hacia mi presa de esta noche. El presidente estaba sonriéndome encantado, sus asquerosos labios estaban rojos de las repetidas veces que se habría mordido mientras observaba mi baile.

Obsesión Desafortunada ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora