IV

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al otro día me levanté porque me llegó un olor a comida así que me levanté de la cama y me fui a cepillar los dientes, y después agarré mi celular para bajar las escaleras

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al otro día me levanté porque me llegó un olor a comida así que me levanté de la cama y me fui a cepillar los dientes, y después agarré mi celular para bajar las escaleras.

──buenos días ──saludé mientras me sentaba en una de las sillas del comedor.

──milagro te levantas, el que no se levanta es Martín.

──se va a levantar a la 1, ¿necesitas ayuda? ──le dije porque estaba cocinando.

──sí claro, por favor ──me dijo mientras yo me paraba y lo ayudaba en lo que podía.

──oye, ¿y tú qué? ¿tienes novia, esposa, amante o algo? ──le pregunté.

──no, ni pienso tener.

──¿eres gay?.

──¡no! por supuesto que no, si me gustan las mujeres, pero simplemente no quiero tener pareja, y si me meto a tener pareja, espero que tenga un patrimonio que dar y no solo llegar con un simple departamento y un carro.

──Bueno, es un buen pensamiento. ──Julio empezó a servir la comida y yo la llevé los platos a la mesa.

──buenos días mi hermosa familia ──Martín bajó las escaleras sonriente.── me siento como un adolescente feliz bajando a desayunar con sus papás buena onda, un mundo paralelo en mi vida.

──cállate y ayuda Martín ──dijo Julio mientras se sentaba en una silla del comedor.

Martín puso los ojos en blanco y se fue a la cocina a servir la comida, yo hice lo mismo que él y volvimos al comedor a sentarnos con nuestro plato de comida.

──¿qué plan tenemos hoy? ──preguntó Julio:

──pues creo que Jaenny dijo que quería salir, llámale y pregúntale si vamos a salir.

──más al rato le llamo, todavía me voy a bañar.

Decidimos comer en silencio y cuando terminamos yo fui a lavar todos los trastes que estaban sucios.
Como unos 15 minutos después me subí a mi cuarto a bañarme.
Me puse algo cómodo para andar caminando y no andar incómoda.
Después de 30 minutos bajé de mi habitación y pude ver a Martín acostado en el sillón mirando su celular le aventé un cojín haciendo que este se cayera del sillón.

Ora pues, si no es Culiacán para andar aventando para arriba —se sobó el brazo y me quedó mirando— Aaah, si es cierto, estamos en Culiacán.
—¿Vamos a ir 4 ríos? —me preguntó mientras agarraba su celular y miraba si tenía un golpe.

¿Y como le hice? -Markitos ToysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora