23 de agosto de 2022
-¿Una prima? ¿Una prima suya abusaba de él cuando era pendejo? ¿Pero cómo?
-No puedo hablarte de eso, si te lo dije era solo para que entendieras el contexto, te estoy hablando de lo que ocurrió esa mañana en el verano.
-Mira, pa' mí nada... absolutamente nada justifica la agresión a una mujer.
-¿Alguna vez abusaron de ti cuando eras pequeño?
-No.
-Entonces no juzgues.
-Rachel, no podí estar justificando la hueá que pasó.
-Comprende que no justifico nada, solo me estoy poniendo en su lugar. Elegí perdonar a Pablo, y eso es algo que tú tienes que respetar, te conté todo esto porque confío en ti. Insisto, no hagas que me arrepienta de habértelo contado, de esta habitación no sale, no se lo dirás a nadie. Fausto, ¡de verdad! A nadie, ni siquiera a Freddy o a Tania. Júramelo.
-Vale, está bien, te lo juro – dice Fausto estrechando el dedo meñique de Rachel, tendrá que cumplir con no decirle nada a nadie.
-Marico, créeme que Pablo no es una mala persona, él solo necesita sentirse querido pa' sentirse seguro. Entiende que cuando era niño pasó por una situación traumática, hay que apoyarlo, no fastidiarlo. Enserio ya no lo odies más, él jamás te ha hecho nada como pa' que lo odies – dice Rachel.
-Tení toda la razón, ahora entiendo muchas cosas. Vale, ya no lo odiaré más y ahora lo querré como a un amigo, pero tengo un pequeño problema... tú me gustai' y quiero que esto siga pasando, ¿qué hacemos? ¿Se lo seguimos ocultando al Pablo?
-¡Por supuesto! ¿Te imaginas el tremendo alboroto que se armaría si se entera de lo nuestro? Uff, conociéndolo se deprimiría y se sentiría traicionado tanto por ti como por mí.
-Vale, en ese caso zanjamos otro trato entonces, este será nuestro secreto – dice Fausto. Ahora es Rachel quien estrecha el dedo meñique de Fausto.
Lo que está pasando entre él y Marcela no se lo hubiera imaginado ni en sus mejores sueños, sentía algo de atracción por ella, pero siempre la miraba como a un amor platónico, como a una mujer completamente fuera de su alcance, aunque no tan fuera de su alcance como la profesora Sara. Sonríe para sí mismo al recordar que ya ha cogido con ella dos veces, una en la biblioteca y otra en la habitación de ella. Marcela ha sido clarísima con él diciéndole que no se enamore de ella y que lo de ellos es solo sexo, pero ¿realmente será así? Quizá Marcela le teme al amor y por eso es así de esquiva, quiere jugársela y ver si tiene alguna chance, pero... ¿y Tania...? ¡Tania! Se había olvidado por completo de ella, y hablando de la reina de Roma, su celular suena indicándole una llamada entrante de Tania Olivares.
-Hola Tania – contesta Freddy sin demasiadas ganas de hablar por teléfono.
-Hola, ¿en qué estai?
-Eehh... nada, repasando biología, ¿y tú?
-Le ayudaba a mi mamá a lavar la loza, más bien dicho, a mí me tocó lavar todo hoy. Bueno, ¿y cómo te fue? – pregunta Tania.
-Eehh... ¿en qué?
-Con tu tía de Lampa po, fueron al final al supermercado ¿o no?
-¡Ah, sí! Eso jeje. Claro, compramos harta mercadería y nos pasamos a comer una pizza, conversamos harto de la vida y ahora está cuchicheando con mi mamá – miente Freddy algo nervioso, había olvidado por completo su excusa para evadir a Tania y así irse a coger con Marcela.
ESTÁS LEYENDO
Sexo sin Control
JugendliteraturSofía Rebolledo es una joven mujer, DJ e ingeniera en sonido que ha criado a su sobrina Javiera como si fuera su hija, ya que Francisca, su hermana mayor, lamentablemente falleció al darla a luz. Javiera cursa tercero medio y tiene un peculiar grupo...