Cap 92

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-"Albus gracias- menciono en aquella habitación, digna del director tan característico de Hogwarts.

El mayor asintió con la mirada en su compañero fiel, aquel fenix gemia por el dolor de su transformación. Se levantó para buscarle una manta a la mujer que se miraba tan frágil.

-Deberías descansar, mañana habrá una reunión con la orden y me gustaría que tú... - cerró la boca al mirar aquella mirada tan triste, sus mejillas pálidas y el cuerpo levemente rígido -¿Eris?-

-No iré a poner en peligro a la orden- se limpio una pequeña lagrima con el dorso de la mano, con timidez tomó la mano del director -Sin embargo puedo apoyarlos- mostro un pequeño frasco con una línea blanca en su interior -Sabe que hacer con ella director-

-Eres muy valiente Eris- la tomó en un abrazo que le dejó un sabor amargó en su interior, se alejó viendo a una persona designada a un destino ya escrito

-Necesito su ayuda en algo antes de retirarme-

-En lo que desees hija mia- "

Despertó sobresaltada, con el cuello entumecido por la posición tan incómoda. No tardó nada en enfocar la mirada, arrepintiendose enseguida por la escena justo adelante de ella. Sus ojos se abrieron en un claro gesto de horror, cada grito por la criatura que era masacrada por esas bestias en aquella celda la mantenían en un estado sin salida alguna.

Esa mujer joven se retorcida para escapar, mientras su audiencia se reían de su inútil esfuerzo. Le abrieron las piernas y pegaron sus brazos al suelo, Eris cerro los ojos tapando sus oídos con profundo desespero. Abrió una fracción de segundos solo para toparse una mirada azul por parte de aquella víctima, suplicando ayuda.

Maldiciendo por hacer siempre algo estúpido saco aquella joya, le susurro que despertará. Se miraron solo un momento para que el reptil a sintiera, con sigilo se arrastró por el suelo hasta aquella celda.

Subió por las piernas de una de aquellos desalmados por debajo del pantalón. Eris se acercó lo sosteniendo los barrotes, un grito le sacó una hermosa sonrisa.

Los demás hombres comenzaron a entrar en pánico al ver el cuerpo caer de su compañero.

Arriba de aquellas celdas una mujer de cabellos rojos caminaba con la mirada perdida, junto a ella Nagini. Sabia que Tom había dado la orden para no ir a ver a la prisionera, se detuvo sosteniendo su cabeza adolorida, sintió náuseas que disimulo al ver cómo entraban algunos miembros hacia la reunión.

Entraron hasta que cada uno se posicionó en su lugar, le dieron la bienvenida a su líder que les rsoondio con un asentimiento. Comieron y bebieron, algunos evitaron quedarse dormidos por temor a alguna tortura, Narcissa nunca le quitaba la mirada a Severus que incómodo no alejaba la mirada de su tenedor.

Liana molesta tomó agua y fruta para quitar el sabor amargo de su boca.

Un grito fuerte los alertó, Lucius y Bellatrix se atragantaron del terror al ver cómo los mortífagos de guardia corrían para una sola dirección. Uno de ellos abrió las puertas revelando moretones en su cara y su ropa rota, se inclinó aun a pesar del dolor en su ingle.

-Mi señor disculpe, la prisionera ha despertado- con la manga se limpio el hilo de sangre que bajaba de su nariz. Camino deprisa perdiéndose de vista.

Eris se sobo la muñeca, acerco aquel cuenco con agua y rompió la parte baja de su ropa. Mojó la tela escurriendola, envió una mirada mortal a aquel mortifago joven que la miraba con miedo.

-¡Abre la puerta!- se cruzó de brazos mirando de vez en cuando a la chica.

-¡No ... pu... puedo señora!-

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