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— Emiliano Martínez/ Nicolás Otamendi —
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***
—¿Y vos rubia? ¿Harías un trío? —me preguntó Otamendi.
Estábamos en un salón privado del hotel con algunos chicos del equipo. Éramos mi pareja Emiliano, Otamendi, Rodri, Paulo y Leandro. Todos habíamos bebido de más y nos habíamos perdido divagando en diferentes conversaciones.
—No, obvio no —negué.
—Yo le doy fuerte, no le hacen falta dos —comentó el Dibu con gracia.
—No es que no me hagan falta, pero no sé si te podría aguantar a vos y a otro más —le corregí.
—Te da duro eh —rió Leandro.
En un situación normal y de sobriedad no hablaría de esto con nadie, porque soy una chica vergonzosa, pero ahora mismo con la cantidad de alcohol que había en mi cuerpo no sabía ni lo que decía, y probablemente mañana ni me acordaría.
—¿Vos nos viste? Es un tipo de dos metros y yo soy su mitad, me rompe —negué con la cabeza.
—Yo sí haría un trío —asintió mi novio.
—¿Con quién? —lo miré con las cejas levantadas.
—Mientras vos disfrutes no me importa con quién sea —sonrió como bobo.
—Yo también me animaría a un trío —asintió Ota despreocupadamente.
—Vos ni novia conseguís, vas a tener a dos en la cama —se burló Paulo.
—Y bueno tampoco me importaría compartir a una mujer —levantó las manos.
—No, un gato que sos, re zarpado —rió Rodri.
—Es como si vas ahora y haces un trío con el Dibu y su novia, no amigo, dónde te metes —Leandro negó con la cabeza.
—Bue, obvio con nosotros no haría nada —aseguré yo.
—Vos estás loca por tener una noche conmigo —me señaló.
—Eso te gustaría a vos, pajero —reí.
—Y bueno, yo no voy a decir que no —se encogió de hombros.
—Que descarado que sos amigo —le dijo el Dibu—. Espérame en la habitación —le guiñó el ojo en broma.
—En la mía hay espacio —sonrió.
—Ay paren la tontería —me intenté levantar pero apenas podía sostenerme en pie—. Vas a tener que llevarme a la habitación —miré a mi novio.
