"Los libros siempre cuentan una historia y nosotros tenemos que empezar a escribir la nuestra"
Un día, dos personas se encontraron por casualidad en una librería de la ciudad. Ella, una apasionada de la literatura clásica romántica, y él, un entusiasta de los cómics y la ciencia ficción. Tenían intereses totalmente distintos, pero compartían una visión única de la vida. Para ellos, la vida no era aburrida ni una simple rutina; no seguían un patrón para ser como los demás. Lo que realmente apreciaban eran esos hermosos atardeceres que adornaban el cielo, los mismos que la mayoría fotografiamos con nuestros teléfonos.
Esa tarde, después de un día agotador en el trabajo, ambos decidieron dar un paseo por el parque cercano. Caminaban sin prisa, disfrutando del aire fresco y de la tranquilidad que les ofrecía ese rincón verde en medio del bullicio de la ciudad. Cada cosa que veían en su camino a casa la admiraban como si fuera la primera vez: los árboles que se mecían con la brisa, las flores que comenzaban a florecer y las risas de los niños que jugaban en los columpios.
Ese día, cuando chocaron accidentalmente en un cruce peatonal ambos distraídos con un libro en las manos, nunca imaginaron que sus vidas cambiarían tal vez para siempre. No es una de esas historias románticas convencionales que solemos ver, leer o escuchar. Es la historia de dos personas escribiendo su propio libro, lleno de hojas en blanco. Se miraron a los ojos, intercambiaron sonrisas y se disculparon entre risas nerviosas. Había algo en el brillo de sus ojos que les decía que ese encuentro no era una mera coincidencia.
Después del encuentro, continuaron caminando juntos, conversando sobre sus vidas, sus sueños y sus temores. Descubrieron que, aunque sus gustos eran diferentes, compartían una comprensión profunda y especial del mundo que les rodeaba. Ambos buscaban a alguien con quien compartieran una comprensión única y especial, no necesariamente los mismos gustos. Cuando encontraron a esa persona indicada, sus ojos brillaron de una manera especial, casi cristalizándose como si una lágrima estuviera a punto de salir.
A medida que pasaban los días, sus caminos continuaron entrelazándose. Comenzaron a verse más a menudo, a compartir tardes enteras conversando en cafeterías y a explorar juntos nuevos rincones de la ciudad. Sus diferencias se convirtieron en puntos de conexión, y cada conversación era una página más en su libro compartido. Descubrieron que el amor no siempre seguía un guion preestablecido, y que las historias más bellas eran aquellas que se escribían día a día, con espontaneidad y sinceridad.
Esa persona no llega cuando la estamos buscando, sino cuando el destino decide que es el momento de empezar a escribir nuestro propio libro en blanco. Cada uno de nosotros tiene el suyo, esperando a esa persona con quien empezar a escribir nuestra historia. Así, poco a poco, sus vidas se llenaron de momentos inolvidables, de risas compartidas y de silencios cómplices. Cada atardecer que contemplaban juntos era un recordatorio de que, a veces, las mejores historias comienzan con un simple choque accidental en un cruce peatonal.
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Holaa este es un nuevo libro que estaré actualizando, tratará de diversos temas no solo uno en específico es como si fuera un libro de poesías pero con historias cortasEspero que este nuevo libro les guste tanto como a mi.
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Ecos del alma
PoetryEn estas páginas, encontrarás el eco de tus propios anhelos y la sabiduría de quienes han amado y aprendido. Cada reflexión te guiará hacia una comprensión más profunda del amor en todas sus formas. No solo serán historias de amor, sino también rela...