1. Leche protein

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Narra Aiko

Ser fitness sale TAN caro conchetumare, es una paja. Vine al super a gastarme las maravillosas 44 lucas que me da el gobierno (grasia soa bachele).

Las weas con proteína siempre son más caras, más las leches culias, 2500 el litro weon qué es este robo.

Más encima no las venden en todos lados, en el Jumbo o en los Lider grande que me quedan a la conchetumare de la casa.

Paso por el pasillo de las leches y más encima no encuentro la wea. Gymbros culiaos los odio. Después de casi hacerme cagar los ojos buscando las weas, las pillé, quedan dos cajas nomas.

Me alejo de mi carrito y voy a agarrar las leches, pero otra mano me ganó.

— Chucha —digo cuando veo al weon alto y pelinegro que me quiere quitar la leche.

Suena mal esa wea.

— Yo la tomé primero —dice con cara de hoyo.

— Perdón flaco, yo llevo como cinco minutos en este pasillo buscando así que cagaste.

— ¿Qué wea? no chupalo —hace fuerza y me quita la wea.

— Oh el weon pesao —le digo y suspiro— oye igual son dos, una y una po.

— Nop —dice y se va con las leches.

Me cayó como el pico este pelinegro culiao. Por como se veía debe ser otro de estos gymbros pasaos a maquina del smarfit.

Igual era bonito, tenía ojos azules oscuros y...

Ah toi puro weando, pesao el weon.

— Tía ¿no hay más leche protein? —le pregunto a una señora que está reponiendo otras weas.

— La soprole nomas, la loncoleche no llega hasta mañana.

Ni que yo tuviera el tiempo pa pegarme el pique hasta acá todos los días weon.

Ya pico, tendré que venir después si todavía me queda una en la casa. Mejor voy a ver los yogures.

[...]

– ¡Te lo juro! el weon me dijo "no, chupalo" y se llevó las dos weas —cruzo los brazos mientras le cuento a mi bestie— Kuroo, odio a los gymbros.

Mentira, ojalá me dieran como cajón que no cierra, pero una tiene que exagerar pal chiste.

— Yo soy un gymbro y me adoras —me saca la lengua.

— Sí pero es distinto, a ti te conozco de toda la vida —digo mientras me acerco a su refri a robarle bebida.

— Aiko, dijiste sin bebidas —me recuerda cuando me quita la botella.

— Pero Kuroo —le hago un puchero— un vasito.

— Nop, me pediste que te entrenara y te ayudara —guarda la cocacola— así que, sin cocacola.

¿Escucharon eso? fue mi corazón rompiendose.

¿En qué momento depresivo de media noche se me ocurrió que tenía la voluntad para ser fitness? ¿Y además decirle al Kuroo?

— Cachai que el Bokuto le dio like a mi historia —levanto las cejas sugerentemente— pronto cae.

— No te comai al Bokuto porfa —hace una mueca— el weon me lo va a recordar toda la vida.

— ¿Pero es que le viste esa espaldotaaaa? —me muerdo el labio— sí es tan divino ese weon, lo conozco hace tanto y ni un piquito nos hemos dado, fome.

Protein Milk | Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora