—Tenemos que salir de aquí — las manos de Yoon temblaban mientras sujetaba el brazo de SooBin con ansiedad.
Jimin observó una vez más la nota, estaba asustado. El saber que sí algo ocurría él se quedaría atrás por esa maldita enfermedad que asolaba su cabeza comenzaba a destrozarlo. Tampoco podría ayudar, ¿cómo si solo con imaginarse en peligro su cuerpo parecía convertirse en gelatina?.
No era un cobarde por completo sin embargo la idea de enfrentarse a un chico que había asesinado a la mitad de su clase en el instituto... bueno, no era una imagen que originaria o causaría valentía sino más bien pavor.
—No. Es mejor que esperemos a tu padre, él sabrá que hacer. Yoon, los tres estamos asustados pero tenemos que mantener la calma. Cerremos todo.
—¿Y si ya está dentro? — las palabras de Binnie le revolviendo el estómago a los mayores.
Yoongi soltó a su hermano y se encogió abrazándose la cintura con los brazos, ansiedad, poseía cada extremo de él. Corrió hacia el baño de la primera planta y se dejó caer para a continuación arrastrarse hacia el retrete, con las caricias de Jimin en su espalda notó como el vómito abandonaba su cuerpo. Los nervios lo consumían, como siempre, solo que esta vez no estaban basados en absurda timidez. Esos nervios eran de simple pánico. No quería morir tan joven. No quería que alguien lo matase debido a los errores de su maldito padre.
Su rostro estaba completamente rojo y sus ojos llorosos por el esfuerzo, casi no había comido pero el ácido líquido seguía saliendo de su boca con cada arcada. Sus manos se sujetaban con fuerza a las esquinas del retrete y desde su posición podía ver como las lágrimas que bañaban su rostro comenzaban a precipitarse.
—Respira, intenta respirar — Jimin no era la mejor muestra de tranquilidad pero ver así a Yoon lo hizo sentir la necesidad de ayudar — Esta bien, es normal que tu cuerpo se sienta mal con todo lo que está sucediendo.
Yoongi se dejó caer unos segundos sobre el suelo y cuando recuperó fuerzas tiró de la cadena para a continuación lavarse los dientes con manos temblorosas. Vió la mirada preocupada de Jimin y su hermano a través del espejo, con el corazón todavía latiendo en su pecho con una intensidad apabullante forzó una sonrisa.
—Llamaré a mi padre — dijo con voz ronca y afectada.
—Si lo prefieres puedo hacerlo yo — Jimin no era capaz de mantener la expresión neutra, sus ojos mostraban miedo — Es mejor que te relajes un poco Yoonie.
Asintió, no quería discutir así que abrazándose a su hermano avanzó con el agorafobico hasta el pasillo, donde se encontraba el teléfono fijo. Si lo pensaba era incluso más aterrador ya que con la inmensa nevada sus móviles no disponían de cobertura, de la misma forma que escapar por la montaña les resultaría imposible.
—Pero no es malo — ambos miraron a SooBin confundidos.
—¿De qué hablas Binnie? — dijo Yoon nervioso.
—El chico, no es malo, yo lo he visto. He hablado con él muchas veces, antes estaba fuera cuando Jimin me vino a buscar para cenar y parece simpático. Sabe jugar al ajedrez también —las manos de Yoongi apretaban los hombros de su hermano pequeño de forma inconsciente— Además, le hacían daño y perdió el control sin embargo ahora está arrepentido...
—Tenemos que llamar a la policía, no llames a mi padre. Llama a los jodidos policías ahora —Park Jimin carraspeó una afirmación. Un asesino estaba justo en la parte de fuera de esa casa y SooBin había hablado con él como si nada.
Yoon no pudo evitar buscar los brazos del pintor, se sentía tan desprotegido que hasta la calor corporal de Jimin le parecía puro hielo. Por su parte el muchacho siguió marcando el número de la policía hasta que el tembleque en sus manos disminuyó. El estrés no era nada en comparación de esa sensación que le cubría el cuerpo al saber que tal vez estaban a punto de morir. Se arrepentía de demasiadas cosas.
—Policía... sí, Park Jimin... El asesino que se escapó del Manicomio se encuentra en el jardín trasero de nuestra casa, estamos realmente asustados y ha hablado con el hermano pequeño de mi amigo. Lo ha convencido de que es bueno.. sí... número veinticinco... por favor lleguen lo más rápido posible... esperaremos.
Colgó el teléfono.
El silencio solo era interrumpido por la fuerte respiración de Yoon entre sus brazos, Binnie se había enfadado pero no protestaba. Solo los miraba con ojos penetrantes.
—Dije que era bueno.
—¡Es un maldito asesino Min Soobin! —Jimin explotó, sin importarle que el chico escondido en su pecho se enfadase. No quería morir, incluso sin motivos para vivir quería seguir respirando.
Miró a su alrededor frustrado llevándose la mano al puente de la nariz y apretandolo segundos antes de suspirar en voz alta. La había cagado gritando así, ahora Binnie se sentiría mal. Pero... ¿Qué podía hacer? Un maldito loco rodeaba su casa dispuesto a aniquilarlos en cuanto tuviera una oportunidad. La historia se repetiría, él correría por su vida dejando a los demás atrás, se esconderia en un lugar donde jamás nadie podría llegar a encontrarlo. De la misma forma que lo hizo en aquel accidente, cuando su hermano perdió la vida. Aún se escondía bajo esa capa de miedo a los espacios abiertos y relaciones humanas, de miedo a los colores que la vida podría aportarle a su ennegrecida alma.
Binnie permaneció callado mientras esperaban a que la policía llegase, los tres se habían encerrado en la habitación y cerrado perfectamente cada zona. Yoon permanecía abrazado a Jimin, escondiendo su cara en el pecho de este como si eso y solo eso pudiera arrancar de sus entrañas el tremendo miedo que asolada por completo su pecho.
—Están tardando — susurró.
—Hay mucha nieve, tardarán un poco más de lo normal — la voz de Jimin sonaba más dulce que nunca.
—No me gusta esto.
—Lo sé Yoon, estoy tan asustado como tú pero solo nos queda esperar. Trata de dormir un poco, estás enfermo y cansado — las manos de Jimin acariciando su piel bajo las mantas de la cama lo hicieron estremecerse. Realmente estaba ayudándole con esos toques dulces — Ponte algo de música en los auriculares.
Yoongi asintió, poniéndose los cascos se acomodo de nuevo a un lado de Jimin y abrazó la cintura de este. No era cariñoso generalmente pero necesitaba apoyo, atención... Binnie se había negado a proporcionarle ese cariño. Seguía enfadado por la decisión de llamar a la policía.
—Binnie... duerme un poco, ya es tarde.
—Si quisiera hacernos daño lo hubiera hecho antes, lleva mucho vigilandonos.
—No me estas ayudando con eso... deja de hacer el idiota. Me da igual si fue un arrebato de ira, ese chico mato a la mitad de su clase y tú...
Pero el ruido de la verjadel jardín abriéndose le quito la respiración y no logró terminar la frase.
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Agorafobia :: JimSu ː͡₊ˀ 〜
FanfictionNadie pensó que el chico que soñaba con pintar el universo acabaría encerrado entre cuatro paredes y una ventana opaca. Nadie pensó que Yoongi, quien se rendía fácilmente y no conocía nada más que la protección de un pequeño pueblo, sería la marca d...