Un llanto la saco de su profundo sueño, su cabeza palpitaba. Paseo sus manos por la zona sintiendo la sangre en ellas. El dolor punzante entre sus costillas la hicieron gritar, aquel sonido la saco de su intento de desmayarse.
Busco entre la habitación alguna fuente de luz, un movimiento leve la saco de su estado. No supo donde saco las fuerzas, se arrastró dejando un camino de su sangre.
Tocó las mantas con un solo objetivo, que suspiro al encontrarlo. Levanto lo que quedaba de la cuna, dando lugar a una carita muy roja por el llanto. Solo vasto verlo para entender una cosa.
"Ha estado solo por más de una hora y ninguno de sus padres a venido"
Se colocó boca arriba descansando su espalda en la pared, el bebé por instinto deseo que lo cargará. Temblando lo alcanzó apoyándolo en su pecho, por accidente Harry pateo la herida. Para no asustarlo aguanto el grito.
Su respiración comenzo a ser lenta y trato de dormir. Harry se movió tiempo después al escuchar pasos, Eris tenía los ojos cerrado y su cuerpo muy entumecido. Algo estaba apuntando su pecho, su ojo gris se abrió viendo a Hagrid con lágrimas en sus ojos al ver los cuerpos.
La acomodo intentando quitarle al pequeño, Eris no cedió. Giro su cabeza para ver la mirada sin brillo de Lily.
-Lo... siento... mucho-
Hagrid dejando de llorar y terminando de acomodar el cuerpo de James se giro para atender a la bruja semiconsciente. Grande fue su sorpresa al ver solo a Harry comenzar a llorar por la falta de ese cálido abrazo.
Eris apareció, aterrizando mal en el jardín de su hogar. Sus labios se habían vuelto de un morado alarmante, se apretó como pudo la herida y camino hasta su hogar. Abrió la puerta cayendo en medio de la sala, se dio la vuelta llorando.
Se había ido, el señor tenebroso se había marchado. Sin embargo, con él a Tom.
Trato de calmarse, sabía que los aurores vendrían por ellos. Queria llegar hasta arriba y sumergirse en agua muy caliente, dormir hasta que todo acabará. Solo alcanzó a subir tres escalones cuando el olor a fuego lleno su nariz. Levantó la vista para caer de lado cuando una tabla del techo caía, rodo por el suelo hasta alejarse.
El color rojo y anaranjado bañaron las paredes de su hogar, cada cortina comenzo a arder junto a los retratos. Busco salir gateando para no inhalar el humo tóxico sin percartarse de cierta compañia no deseada. Liana pateo su costado sacándole el aire, pareció no perturbarla el hecho que la casa ardía y comenzaba a colapsar.
Tomó del cabello a la peliblanca y le alzó la cabeza para que la mirará.
-Los Rellish son escorias para los sangre puras- sonrió -Es mi deber exterminarlos- empujó a la peliblanca al suelo para apuñalar sus manos e incrustarlas al suelo. Más sangre comenzo a salir, Eris grito como nunca de la agonía -Solo en está tierra será derramada la sangre de los malditos-
No se podía transformar por lo exhausta que estaba. La pelirroja saco aquel objeto filoso de la piel de aquellas manos. Solo para atravesar su hombro derecho, acerco su rostro al de Eris.
-¡Todo por lo que luchaste será destruido por mi mano esta noche!- saco una vez más aquel objeto, lo llevó más arriba -¡Quiero que te entierren con mi marca!- grito fuera de si mientras acercaba la hoja al cuello de la poliblanca. -Tus padres estas ardiendo allá ariba-
Usando sus últimas fuerzas uso su sangre para soltarse de su agarre. Se levantó alejando la hoja filosa y con sus piernas rodo, mareada alcanzó a ver cómo las llamas consumían una tabla del techo, partiendola en dos. Esta resbaló con una punta muy filosa, trato de empujar a Liana.
-La tabla va a... - Liana sostuvo la navaja que estaba profundamente enterrada en su vientre. Sus ojos encontraron los grises de Eris que comenzaron a lagrimear, la peliblanca se sintió desfallecer al saber que esa mujer estaba embarazada. Había apuñalado a un inocente, con sus piernas empujó a Liana lejos. Justo a tiempo cuando la tabla atravesó un poco abajo de su pecho, era tan grande que estaba atrapada. De su garganta sintió ahogarse con aquel líquido carmesí, poco a poco dejó de sentir sus piernas.
La otra mujer, vió la grotesca escena. Se levantó cayendo varias veces hasta lograr salir de aquella mansión.
El fuego consumía todo a su paso. Eris miraba todo tras atragantarse, lágrimas comenzaron a caer al saber que estaría como siempre deseo. Junto a su familia, a pesar de las brasas tenía mucho frío, un brillo en su dedo le saco una pequeña sonrisa.
-Rompí el lazo- susurró
Una sombra tapó su casi escasa vista. Sintió el crujir de la madera, unos brazos fuertes la sujetaron para salir por una ventana rota. La noche le dio una un regalo, ver aquellos ojos negros por última vez, trato de alcanzarlo sin ningún resultado. Su cuerpo ya no respondía a ninguna de sus órdenes.
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¡Algo mas sencillo que la vida!
RandomLo que mas la lastimo no fue el rechazo, las traiciones, ni siquiera el dolor. Fueron sus propias acciones, juro nunca ser un monstruo pero hasta el ser vivo mas vulnerable sabe cuando debe mostrar su garras para sobrevivir.