Capítulo 11

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Daisuke me tenia realmente impresionado por lo inteligente que era, después de comer con ellos sakura nos habia dejado solos para regresar al trabajo, la había notado dudar solo un segundo antes de darme un par de llaves de su casa.

Me aseguro que regresaría antes de las ocho asi que lo tomé como un aviso de que me daba ese tiempo para convivir con daisuke.

Y aqui estábamos comprando unas cuantas cosas que necesitaba para la escuela, incluso le habia comprado un microscopio ahora que estaba obsesionado con la higiene de manos.

Antes de salir de casa ese chico rubio se había acercado de nuevo a casa, Daisuke le habia dado unos cuantos obsequios que el chico tomo dándole otros a cambio.

El recuerdo me hizo sentir intriga por saber que tan metido estaba en la vida de ellos.

Mire a daisuke cuando termine de subir las cosas al auto, estaba concentrado leyendo el instructivo del microscopio.

-Aqui dice que puedo poner cualquier cosa para observar ¡la comida que como también tiene gérmenes!

Señalo una imagen en el papel, tenia cara de asco, rasque mi cabeza no sabiendo que decir.

-No creo que sea tan literal, puede que aplique en la comida rápida.

El abrio su boca en comprensión.

-La comida de mamá es buena ¿crees que le moleste si la reviso antes de comer?

Me rei.

-No se te ocurra hacerlo o se molestara con los dos, mas conmigo por regalarte esto.

Toque la caja, el lo penso un momento diciendo que tenia mucha razón.

Cuando estuvimos arriba del auto decidí preguntar lo que me tenia intrigado.

-El chico rubio que paso por tu casa... ¿Es muy amigo de tu madre?

-Mmh, si, platican mucho y se rien, deidara es artista hace muchas cosas con arcilla y le regala a mamá muchas figuras, deberías ver el patio de la casa hay un monton de ellas.

Asentí tomando nota, sentia la mirada de mi hijo sobre mi no sabia que estaba pensando, tal vez debería evitar hacer preguntas de este tipo, me habia demostrado que era muy astuto.

-¿porque me preguntas eso?

Lo mire de reojo, tenia entrecerrados los ojos sonriendo, definitivamente tenia que tener cuidado con lo que decia.

-Solo curiosidad.

-¡No mientas eres malo haciéndolo!
¿Te gusta mamá?

El pitido del auto tras de mi me hizo acelerar, Daisuke me habia dejando en blanco tratando de darle una respuesta.

-Solo fue una pregunta, olvidemos esto.

Me concentre de nuevo en manejar, aun asi tenia mi atención puesta en dai que se había cruzado de brazos y estaba en silencio... Si habia aprendido algo de mi hijo estos pocos días era que nunca estaba en silencio.

-¿Todo bien?

Asintió.

Poco despues solto un suspiro que me hizo darle un rápido vistazo.

-¿puedo contarte algo?

-Claro.

Le sonrei, sin embargo el se notaba pensativo.

-En mi escuela hay unos niños que dicen cosas de mi mamá.

Lo mire con sorpresa ¿como era posible? Decidí hacerme a la orilla del trafico para prestarle la atención debida al asunto.

Lo que la vida me roboDonde viven las historias. Descúbrelo ahora