Capitulo treinta y nueve.

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Cómo todos los días. Me levanté, me arreglé y salí.
Desde que Katherine está en cama, todo volvió a ser igual a antes de que ella llegara. Los chicos nos concentramos en nuestras misiones, las chicas en Dios sabrá que y Verónica se encierra en su habitación.

Y como ya es normal en mí, fuí a un bar. No a beber, a cazar. Resulta que hay cierta hada que le debe a Marcus y no le piensa pagar, por lo tanto me an enviado a eliminarla.

Algo muy sencillo para mí.

El chico a estado bebiendo desde que llegué, no se a dado cuenta de que hay tres Vampiros asechando.
Me levanto de mi puesto y me voy a la barra, donde se encuentra el.
El camarero me pregunta si quiero algo así que pido un vino y sigo mirando de reojo al hada. A bebido mucho y en cualquier momento deberá ir al baño.

Y como lo suponía... Se levanta y camina dirección al baño. Yo lo imito al igual que el grupo de vampiros que vienen conmigo, al entrar veo que está en un cubículo.

Cómo no quiero un desastre cierro la puerta, Marco se esconde y Williams se queda en la puerta, mientras que yo...me siento en el mesón del lava manos, en frente del cubículo.

Técnicamente está rodeado.

★ ★ ★

Entro a la casa de un golpe y me voy a mi habitación maldiciendo a cada uno de mis ancestros.
Me tiro en la cama intentando regenerarme.
La cosa va a estar difícil debido a que no me e alimentado correctamente.

Claro, e perdido el tiempo en una buena causa.

Entre cuidar la higiene y la alimentación de mi Reyna se me a ido mucho el tiempo, casi ni me alimento correctamente y me debilitó por estar dándole de mi ponzoña cada noche.

Pero ella lo nesecita.

Escucho unos toques en la puerta y con toda la flojera del mundo me levanto para abrirle la puerta al desgraciado/a qué me está fastidiando.

Y al ver a la persona que tengo enfrente me maldigo mentalmente por abrir la puerta y estar sin camisa.

-Hoo hola Joseph — me saluda Martha.

-¿Qué quieres? — le digo al ver qué ella entra a mi cuarto como si le ubiera dado invitación — ¿Martha, qué quieres?

-¿No puedo venir a ver a mi Ex-Cuñado?

-No — le respondo más seco de lo que pretendía.

-Uy si, ya veo que la mestiza te a cambiado.

-Uno; es una híbrida, dos; tiene nombre y es Katherine y tres; no me a cambiado nada.

-Uy si señor. Cada día te pareces más a tu padre — me responde con la diversión intacta en su voz — ¿O me equivoco señor "heredero?

-Si, te equivocas. Solo quiero que las cosas sean justas.

Ohh mierda
¿Lo dije o lo pensé?

-¿Estás bien? Hablas como humano — se acerca peligrosamente a mi con una mirada felina — ¿O es que ella te a vuelto débil?

-No — le Empiezo a contra atacar — tu te as vuelto cruel.

-¿Yo? ¿Cruel? ¡Los de su especie an matado a millones de Vampiros!

-¡Y nosotros hemos asesinado a humanos inocentes! Ellos solo se protegían.

-No se que te hizo, pero tú... Tú no eras así. Mi Joseph no es así.

-Eso es porque ya no soy tu Joseph — le respondo retomando mi tono habitual — ahora soy el heredero y representante de Vampiros entre los hombres lobo, ya no soy un niño Martha.

-¡Eres un imbécil! — me empuja con tanta fuerza que terminó estrellado en la pared — ¡¿Qué diablos te a hecho ella?! ¡Mi mejor amigo no es así!

-Ella solo me abrió los ojos — digo en voz baja para calmarla — solo estoy haciendo lo justo.

-¡¿Y dónde queda lo justo para nosotros?! ¡¿Dónde dejas la venganza por Sofía?!

-So-Sofía se buscó ese final — le explico con cierta nostalgia — yo la i-intenté proteger pero e-ella..

Me calló al notar el ardor en mis ojos y el olor a sangre. La miro suplicándole que deje de hablar de esto o que al menos se vaya, ella parece comprender mis súplicas y se va.

Gracias Martha.
Ahora voy a cargar nuevamente con el dolor de haber perdido a mi ex novia.

En medio del caos⅓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora