Stefanía Mendoza
Venir cada día al hospital se ha vuelto nuestra rutina de las últimas seis semanas, prácticamente aquí se convirtió en mi oficina ya que me ofrecí a ayudarle a mi cuñado a llevar la empresa en lo que Kiran se recupera, aunque también nos ayuda en las horas que no tiene que estar en terapia.
-Hola.
Quito la mirada de los papeles para ponerla en la bonita doctora rubia.
-El señor Anderson ya esta en la sala, ya terminaron de hacerle los exámenes de hoy, por si quieres ir de una vez a la sala.
-Gracias.
Camino a la par de ella, tratando de no voltear a verla a cada rato. Es bonita, es adorable y muy amable; hasta mi atención llega a llamar.
-¿Eres latina?
Su pregunta me toma por sorpresa.
-Si, soy de Venezuela y llevo apenas viviendo unos años aquí.
-Genial, yo también soy latina.
Frunzo el ceño, ¿ella es latina? Cabello rubio casi blanco, de piel súper blanca y unos grandes ojos grises.
Ella se ríe al ver mi expresión.
-Soy de Panamá, nací en Panamá. Pero tengo varias mezclas, mi abuelo maternos es español, mi abuela es panameña.
-¿Y tu papá? ¿De dónde es?
-No lo sé, mamá nunca hablaba mucho de él, solo dijo que era europeo, supongo que dice la verdad y que es europeo o tal vez americano y de ahí mi cabello rubio.
Genial, yo y mi bocota.
-Tal vez haya una posibilidad de que seas rubia por tu abuelo español.
-Mmm no. El cabello de él era un castaño claro y tiene ojos verdes.
Es mejor que me quede callada, solo estoy haciéndola sentir peor al recordar que no tiene papá.
-Yo...tampoco tengo papá, no sé quién es...y mi mamá biológica no me quiere...así que no debes sentirte mal...yo ya no lo hago tanto y...
Balbuceó tan rápido que siento que me quedo sin aire, ella suelta una pequeña risa y se detiene para quedar frente a mí.
-Respire señora Anderson, se va ahogar y su marido me culpará a mí.
-Oh no me llames así. Después de todo tenemos la misma edad.
-Bueno, tengo que llamarte con respeto para que no creas que soy una tipeja que te quitará el marido, eso no va conmigo.
-Dios, te diste cuenta, qué vergüenza.
-Para nada, si yo tuviera pareja y estuviera muy enamorada creo que estaría igual que tú, pero te doy un consejo.
Sus ojos grises me ven seriamente.
-No dejes que nadie te haga sentir inferior, cada quien es hermoso a su manera, odio ese estereotipo de que "si eres rubia y ojos claros" eso te hace la perfección andante, o si tienes un gran cuerpazo musculoso, algunos se matan haciendo ejercicio porque ayuda con el estrés. Tengo primas del mismo tono de tu piel y cabello, y no sabes que feo se siente que siempre se sienten menos cuando están conmigo, lo peor, me lo terminaron echando en cara como si yo tuviera la culpa de lucir así.
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Ámame a tú Manera
Roman d'amourUn hombre en silla de ruedas, serio y enfocado solo en su hijo. Una chica con la actitud más loca y divertida, pero con traumas y demonios que la atormentan.. Dos polos completamente opuestos. 16 años de diferencia. Ella cree que el es un viejo am...