Papi - un SVU

78.Gritar

Capítulo 78

Recibí un comentario de un lector invitado que me preguntaba si, a la luz de que Mariska anunciara su propia violación, continuaré esta historia.  La respuesta es sí.  La historia trata sobre Olivia Benson, un personaje ficticio, no sobre Mariska, así que no veo cómo se correlaciona un caso con el otro.  Dicho esto, volvamos a la historia.

…

Stanley estaba hecho un desastre.

Estaba sentado solo en una mesa trasera de un restaurante de la ciudad, tocando nerviosamente el rasguño ahora vendado que adornaba su cuello, con el sombrero calado y bebiendo una taza de café (principalmente ginebra).

Según el momento en que encontraron al cabrón y lo llevaron al hospital, fue unas dos horas después de que huyó de la escena.  ¿Es siquiera posible obtener ADN de debajo de sus uñas después de tanto tiempo bajo la lluvia?  El se preguntó.

"¡Te arropaste!"  Gritó en su cabeza mientras sostenía su taza de café con tanta fuerza que fue un milagro que no se desmoronara.  "¿Cómo no saber que la perra te arañó? ¿Y si se lo sacaron de debajo de las uñas?"

…incluso si lograran hacerlo, no sería fácil identificarme… ¿a quién diablos estás engañando, hombre?  Su ADN está en el sistema, se lo entregó intencionalmente al FBI antes de que todo esto comenzara;  ¡Antes de que hicieras tu primera raja!  Tienes que terminar esto antes-

"¿Quieres algo más?"  La camarera, preguntó Tina mientras estaba de pie frente a él, con una taza de café llena en la mano.

Stanley rápidamente la miró;  un bonito y grande par de tetas y pezones gruesos también.  "Uhh, sí. Una rebanada de pastel de cerezas si te queda. Y otra taza".  Dijo de su taza de café casi vacía.  Cuando la camarera empezó a llenarlo, se inclinó hacia él.

"Me voy en la mitad, ¿quieres hacer algo?"

A Stanley le hizo gracia, sin mencionar que su ego se avivó.  Él sonrió arrogantemente y se acercó a su oído para susurrarle algo, y la expresión de su rostro rápidamente pasó del interés al horror.  Cuando terminó de hablar, se recostó, satisfecho y todavía arrogante como el infierno, con la sonrisa todavía en su rostro mientras que ella ya había perdido todo el color del suyo.

"Pensándolo bien, no quiero ese pastel".  Y sacó un billete de veinte de su bolsillo.  "Quédese con el cambio."  Dijo mientras se levantaba de la cabina, se arreglaba la gorra y salía.

La otra camarera, que notó el extraño intercambio, se acercó a Tina.  "¿Qué te dijo?"

Tina tardó un minuto en regresar, intentando quitárselo de encima.  "Él preguntó... preguntó si alguna vez me habían metido una manga de gallo", dijo, asqueada y conmocionada.

"¿Un qué?"

"Tiene uno con púas que me desgarrarían... ¡disculpe!"  Dijo con los ojos llorosos y obviamente molesta.  Dejó la cafetera sobre la mesa y luego se disculpó y se fue al fondo.

…

"Necesitamos hablar de esto"

"No hay nada de qué hablar. Es obvio que no me ves más que como una víctima".

"Vamos, Liv, sabes que eso no es cierto".

"¿Lo hago? Dices que me amas y me respetas, pero una y otra vez eres reservado-"

"Para protegerte,"

"No necesito que me protejan..."

La mandíbula de Elliot se apretó y dejó escapar un profundo suspiro.  Tenía que decirle algo que no le iba a gustar y quería que saliera lo más fácil posible.  "Voy a decir algo que probablemente hará que me odies, pero hay que decirlo... ¡necesitas protección! Y creo que el verdadero problema es que eres demasiado orgulloso para admitirlo".