Si tu eres feliz....yo también (Pausado)

Sentimientos

Estacione el carrito, agarre mi celular y baje rápidamente para entrar al local, sentado en el mostrador degustando un plato de fideos como es de costumbre y escribiendo algo en un cuaderno de pasta café se encontraban la persona que tanto buscaba, me acerqué rápidamente para poder desaserme de aquella duda que me estaba consumiendo hace días

—señor Tang...— llame en voz baja, no se si era por los nervios o porque no quería interrumpirlo

Observe como dejo de escribir dirigiendo toda su atención hacia mi

—Mk!, terminaste de entregar los pedidos?— asentí ante la pregunta —genial, quieres que te cuente otra de las grandiosas aventuras de Monkey King— me propuso con una gran sonrisa a la cual nege moviendo mi cabeza de un lado a otro

Hubiera aceptado ya que sin importar cuántas veces me cuente las aventuras, que a decir verdad me se de memoria, mientras el me las vuelva a contar con su forma tan increible de ralatar cualquier historia no hay problema en usar mi hora de descanso para escucharlo,...pero ahora tenia algo más importante que preguntar

—quiero usar mi descanso para otra cosa— pase mi mano por mi cuello intentando calmar mis nervios mirando al suelo

—bueno.....la historia puede esperar hasta mañana— volvió a escribir en su cuaderno

Abrí un poco mi boca tratando de decir algo pero rápidamente la cerré apartando la mirada, estaba pensando en las palabras correctas para poder decir lo que me pasaba hasta que una pregunta me volvió a la realidad

—sucede algo— pregunto con voz neutra sin quitarle la mirada al cuaderno

—No!..— dije en voz alta, casi en un grito dejando el lugar en silencio, estaba tan metido en mis pensamientos que respondí lo primero que se me vino a la mente, pase saliva —digo....no pasa nada,....todo....está bien— sonreí nervioso llevando mis manos atrás

—seguro?— me miro con una ceja alzada

—sip!— respondí rápidamente

—mm....—

Sentía como mi cuerpo empezaba a sudar ante la mirada de Tang, esa mirada que usan algunos padres, en especial la madres, cuando saben que sus hijos ocultan algo o hicieron algo malo y no pueden contarle

—seguro?— volvió a preguntarme sin quitar su mirada

—s-si...—

—Mk...— pronunció con voz seria mi nombre provocando que mi cuerpo temblara un poco —que sucede—

—naada...— mire a todos lados evitando encontrarme con su mirada

—no me mientas, has estado parado en el mismo lugar durante 10 minutos, no parabas de hacer movimientos con tus manos, y seguro ahora lo estás haciendo— me señaló con los palillos —además tus ojos te delatan— me dio pequeños golpesitos en el pecho con los palillos

Solté un suspiro derrotado y me senté en la silla de alado, ordenando mis palabras para poder expresarme de manera correcta y comprensiva

—yo.......me eh sentido extraño estos días— Solté las primeras palabras mientras jugaba con mis manos en la mesa

—me puedes describir como te sientes—

—pues.... siento una presión en el pecho, no puedo dormir bien, me pongo muy nervioso y tartamudeo al hablar, también siento un cosquilleo en el estomago, e-eh incluso me cuesta concentrarme en algo tan sencillo..— Solté un suspiro —y....me siento ansioso  también siento un calor como fiebre en mis mejillas.......¿estoy enfermo? ¿me voy a morir?— me preocupe ante la posible enfermedad que tendría