Consulta Peculiar

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Acudiste a la consulta, la cuál te pareció bastante extraña, estaba bastante escondida entre callejones y casas, no sobrepensaste demasiado y después de unos minutos buscando la dirección pareció que diste con ella, la número 34-A.

Tocaste el timbre y acto seguido retrocediste un leve paso hacia atrás, esperando a que te abriera quien sea, tu sorpresa llegó a la hora de ver quién te abrió la puerta.

Chica bastante joven, hermosa, de pelo rubio y ojos marrones, cuerpo bastante normal, estatura media y tez medio morena.

??: Quién eres.

Marc: E-esto, yo...

??: Supongo que vendrás en busca de mi madre, no es así?

Marc: E-eh b-b-bueno, supongo.

Tu voz y manos temblaban, a lo que tú intentaste disimular sin mucho éxito.

??: Mamá!!!!!

Marc: No h-hace falta q-que grites.

??: No me digas que hacer, esta es mi casa, si no te gusta puedes dar media vuelta y volver a lo que probablemente sea una pocilga, entendido?

Quedaste impresionado por las palabras de la chica y lo dominante que era.

Miraste hacia abajo en muestra de inferioridad y te percataste de que no llevaba calcetines, iba descalza, sus pies era simplemente perfectos, con las uñas pintadas de verde bosque, los dedos en forma de acordeón y no era ni muy largo ni muy corto.

??: Oye, te estoy hablando inútil!!

Marc: P-perdonam-

Tus palabras fueron cortadas al ver la silueta de lo que parecía ser una señora de aproximadamente unos 40 años para arriba, su silueta se aproximaba más y más hasta que pudiste diferenciarla por completo, era su madre.

Psicóloga: Hola, muy buenas, tú debes de ser Marc, verdad?

Marc: S-si, encantado de conocerle.

Psicóloga: Igualmente Marc! Ven, vamos a presentarnos para dar comienzo a la consulta, te parece?

Marc: Con mucho gusto, gracias.

Pasaste al interior de la casa y allí mismo había una sala de espera con un sofá, una mesa y algunas sillas, las paredes estaban disfrazadas de bonitos cuadros y títulos de la psicóloga, estanterías con decenas de cosas y por último una televisión justo delante del sofá.

Psicóloga: Toma asiento, ahora en nada vengo, mientras puedes ir conociendo a mi hija, se llama Ainhoa, estoy segura de que os llevaréis muy bien.

Acto seguido te sentaste en una de las sillas pequeñas que habían repartidas por el salón, al lado de la mesita pequeña.

Ainhoa sin mediar palabra se sentó en el sofá y puso los pies sucios sobre la mesa pequeña de cristal, acomodándose y sacando su móvil.

Tú quedaste inédito al ver la poca importancia que le daba Ainhoa a que tú estuvieses allí.

De repente Ainhoa guardó su móvil y giro su cabeza hacia tí para acto seguido silbar y chasquear los dedos como si estuviera llamando a un perro.

Marc: D-dime.

Ainhoa: Tráeme ese cojín que está en el suelo y ponlo en la mesa, debajo de mis pies, y rápido.

Marc: C-claro q-que si.

Hiciste lo que te pidió Ainhoa con rapidez.

Marc: O-oye.

Ainhoa: Que carajo quieres.

Marc: Tienes l-las plantas muy sucias.

Dijiste señalando a sus pies.

Ella agarró uno y le dio la vuelta para ver cómo estaban.

Ainhoa: Tienes razón, ven, los vas a limpiar tú.

Eso ya fue la gota que colmó el vaso, te qudeste petrificado ante la orden.

Marc: C-como has d-d-dicho?

Ainhoa: Lo que oíste maldito, ven aquí y limpia mis pies, quiero que sea rápido.

Marc: P-pero y con qué lo limpio?

Ainhoa: Bahh... Me estás cansando inútil, los limpiarás con tu sucia lengua, no quiero oír ningún rechiste más.

Tú, insólito, te acercaste a ella lentamente y sin despegar la mirada de esos pies (Te daban asco aunque fueran bonitos), estabas por arrodillarte hasta que oíste la voz de la psicóloga.

Psicóloga: Ya terminé Marc, puedes pasar a la consulta, veo que vais bien en eso de conoceros.

Ainhoa te miró con desprecio y superioridad sin decir apenas ninguna palabra, tú, la miraste y rápidamente apartaste la mirada para acto seguido irte caminando hacia la consulta.

Ainhoa te miraba mientras te ibas, como si estuviera saboreando lentamente lo que se iba a venir...

Nota: Estoy de vuelta!!! Pido mil disculpas por haber tardado tanto tiempo en sacar una nueva historia, he estado de verdad muy pero que muy ocupado estos meses, espero que disfrutéis esta historia, la estoy creando con mucho esmero y espero que les guste. Gracias por leer, os quiero mucho :))

Paciente no, esclavoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora