Dentro de un Sueño 🔞

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Aunque sus heridas ya se han curado y es perfectamente capaz de andar por su cuenta, Xiao Xingchen se niega a dejar solo a su amigo sin nombre. En un principio todo está bien, el exceso de vigilancia no parece ser un gran problema. Pero pasan los días y las semanas, y un pequeño inconveniente que partió como una necesidad biológica buscando liberación en medio de sus piernas, pasa a ser un tema recurrente en sus sueños; sueños que le quieren mandar un mensaje a gritos.


Avisos/Advertencias:
· AU: No
· +18: Sí, explícito (Top: Xue Yang, Bottom: Xiao Xingchen)
· Cantidad aprox. de palabras: 3.7k
· Tags adicionales: sueñohúmedo, masturbación, dubcon, Xiao Xingchen muy ingenuo


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—Ngh... mierda...

Xue Yang despierta en medio de la noche sintiendo una molestia ya demasiado conocida entre sus piernas.

No es su primer sueño húmedo, claro que no. Pero cada vez son más recurrentes y odia despertar sin haber acabado y tener que lidiar con una erección dolorosa mientras su cuerpo aún está cansado y adormecido. Bueno, también es uno de los problemas de tener el sueño tan ligero: le ayuda a sobrevivir, pero no le permite tener una maldita noche de descanso ininterrumpido.

¿Que qué era lo que estaba soñando?

...

Aunque Xue Yang intenta recordar, los fragmentos se le escapan rápidamente. Solo puede ver a Xiao Xingchen agachado sobre el pequeño montón de malezas que tiene por huerto en el diminuto patio trasero, ese que dice estar creciendo para tener comida en tiempos de necesidad. Lo ve pidiéndole ayuda con algo, hay restos tierra en el borde sus mangas, y luego, de un momento a otro, Xue Yang lo tiene aprisionado contra el piso, aplastando los brotes que recién germinaban mientras folla a Xiao Xingchen duro sobre el lodo. Recuerda su rostro sucio, sus uñas enterrándose en la tierra a cada lado de su cuerpo, la sangre empapando la venda sobre sus cuencas vacías y arrastrando el polvo por sus mejillas.

Su garganta se seca al evocar las pocas imágenes vívidas en su cabeza e inhala profundo para despejar su mente. Ya lo sabía, no tenía que haber ayudado a Xiao Xingchen con su mugroso jardín el día anterior, guiando sus mugrosas manos para plantar las nuevas semillas, con esa mugrosa sonrisa que le dedica al terminar, y su mugrosa voz que le agradece con tanta dulzura el haberse ido a ensuciar con él, como si fuera algo importante... Por su culpa ahora tenía que lidiar con esas fantasías estúpidas que su mente creaba cada maldita noche.

Desde que Xiao Xingchen lo tenía vigilado sin descanso con el pretexto de «cuidar de sus heridas», Xue Yang no tenía casi tiempo a solas para darse algo de amor propio, y eso lo estaba volviendo verdaderamente loco. Sus heridas ya habían sanado, era normal para él recibir una que otra paliza, pero por supuesto que el buen daozhang no lo iba a dejar tranquilo mientras su pierna siguiera delatando una diminuta e imperceptible cojera.

¿Qué pasaría... si Xue Yang le dijera qué clase de cuidados necesitaba ahora?

Pero aunque le parece sumamente divertido imaginar la cara de Xiao Xingchen volverse roja como un tomate al plantearle la necesidad de masturbarse, decide dejar esa idea a un lado para atender el problema en cuestión de una vez por todas y poder volver a dormir.

Observa la manta levantada sobre su erección durante un par de segundos y mueve su mano debajo de la sábana hasta hacer algo de presión sobre sus testículos, no mucha, solo lo suficiente para que no sea agradable. Inhala profundo, retiene el aire en sus pulmones e intenta pensar en otra cosa... Pero su concentración es débil, y pronto, un suspiro al aire llama su atención y hace que deje de observar al techo y se digne a mirar al hombre durmiendo a su lado. El invierno está por empezar y, por razones aún confusas en la mente de Xue Yang, Xiao Xingchen había determinado que compartir su cama para mantener el calor y estar cerca de él en caso de que necesitara algo era la mejor opción para ambos. Una vez más, Xue Yang no se negó.

Dulce Luna [XueXiao]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora