Cuatro de corazones [Actualizada en INKITT]

[17] El amo es muy popular

【Ｋａｌｏｓ】

Ha pasado una eternidad desde que me alejé del territorio de Alfa y mamá, así como de la celda donde estaban mis amigos. He aprendido un montón de cosas, y el amo reconoce mi valía.

También sé que el amo es muy popular, porque ese tipo humano apestoso intenta cortejarlo todo el tiempo. No se lo permito. El amo me ha ordenado que "sea su sombra", lo que significa estar pegado a él en todo momento y no seguir las órdenes de nadie más, ni siquiera del anciano Alfa de la familia.

Y eso es precisamente lo que he estado haciendo todo este tiempo.

He aprendido a entender algunas emociones y reacciones del cuerpo de los humanos. Son un tanto confusas, pero parece que pueden ser útiles para predecir si alguien intentará hacer daño al amo o a mí.

Me gusta observar al amo mientras está en lo que él llama "bañera". El agua caliente emite vapor que huele bien, a flores, cuando hace frío, y en verano es refrescante. Lo sé porque una vez metí la mano, aunque terminé oliendo a flores rojas por los pétalos que flotaban en el agua. No entiendo por qué el amo muestra algo que llama "vergüenza", porque cuando sale me ordena que gire la cabeza y no vea su desnudez.

El cuerpo del amo sigue siendo delgado y pequeño, y su aroma apenas ha cambiado a pesar de haber madurado un poco. Aún no es un macho adulto. No tiene vello en el pecho ni en la cara como yo, aunque sí en otras partes.

En febrero, un tipo nuevo se acercó al amo. Es casi adulto, grande y fornido, pero su voz es ruidosa y siempre parece estar molesto. Ese humano no me hace caso, y mejor que así sea, pero no me gusta cómo su olor, marrón como la tierra, se intensifica cuando está cerca de mi amo, como el fuego en un día ventoso. A ese humano le gusta mi amo, pero no quiero que le guste. Creo que el amo no lo sabe, él no puede oler ni ver lo mismo que yo.

He cambiado mucho. Soy más grande. Soy más ancho. Soy más atractivo. Soy más maduro. Seré un buen macho para cuando el amo esté listo para ser cortejado. Pero también me enfado más que antes. No me gusta que los extraños invadan el territorio del amo ni que toquen mis cosas, y mucho menos que cortejen al amo con su olor.

¡Es mío! ¡Me pertenece porque soy especial! ¡Soy la sombra del amo!

El amo es importante para mí: siempre me recompensa cuando hago algo bien, me acaricia para mantenerme contento por ser un macho fuerte y, sobre todo, me lleva a lugares nuevos para demostrarme que soy valioso para él.

Quiere que aprenda a usar uno de esos palos brillantes, pero como no sé al principio, desea que use un palo feo de madera. No me gusta. Los lobos no atacamos con palos, sino que mordemos, arañamos y embestimos, para luego arrancar la carne del cuello con todas nuestras fuerzas para que la presa muera rápido y no luche.

Ha insistido mucho en que aprenda, así que hago mi mejor intento, pero los machos adultos no me dejan lucirme para que el amo vea lo fuerte que soy. Me empujan al suelo, golpeándome con algo que llaman "escudo". Es muy duro y frío. Si lo golpeo con las manos, sangro y duele.

Por otro lado, los jóvenes machos que parecen familia del amo se han ido. El amo me ha explicado que se han ido a una "academia". Es algo así como una casa muy grande donde aprenden cosas, pero no me importa. A mí sólo me importa que el amo esté conmigo, me dé premios y me deje enseñarle que soy un mejor macho que esos humanos que intentan llamar su atención.

Tras un breve paseo, el anciano Alfa llama al amo y nos hace acercarnos. El macho humano que está a su lado huele fuerte, pero no tanto como el anciano Alfa. Es fuerte y grande. No me gusta que me mire de ese modo, como si fuera un animal salvaje que está en el bosque.