Capitulo Dos.
EL RUIDO áspero del metal chocando entre si invadía la quietud de aquella extensa habitación, en dónde diversas parejas se enfrentaban en una batalla portando largas y refinadas espadas con el emblema de un deslumbrante sol tallado en cada una.
Quienes estaban sentados esperando a que su turno de entrar a pelear apareciera, apuntaban con sus ojos a aquellas dos importantes mujeres, quienes se batían a duelo derramando el sudor de una mente competitiva por todo el suelo.
Sus bocas se abrían, algunos con disimulo y otros exhibiendo su claro asombro por la ágil batalla que estaban llevando a cabo las Elfinas, quienes parecían no querer rendirse frente a la otra.
La morena, líder de aquel lugar, reflejaba en aquella pelea la sed de codicia y autoridad que su linaje poseía, intentando con todas sus fuerzas conseguir la rendición de su oponente.
Por otra parte, la hermosa jovencita de cabellera blanca como las plumas de un ganzo, parecía danzar frente a la inútil técnica que empleaba su compañera, quién por más que quería no podía atrapar y doblegar a la chica.
Con una divertida sonrisa en su rostro, Charlotte miraba burlonamente a su amiga, quién cada vez se apoderaba de un latente enojo al ver no conseguir su prometido.—¿Aún no te rindes? ¿O te cuesta tanto rendirte ante alguien mejor que tú?— su burla se escuchaba en aquellas palabras, las cuales eran efectuadas con ánimos de hacer enfadar más a la otra.
—Oh, discúlpeme doncella—con aires dramáticos, la morena hizo un ademán de reverenciarce ante la blanquecina, quién la apuntaba firmemente con la espada—Sucede que no quisiera dañar su débil cuerpo — contraatacó con gracia.
—¡Pero qué dulce! Tú queriendo cuidarme y yo aquí intentando clavarte la espada en el corazón —expresó con fingida tristeza la joven.
En un rápido movimiento, la morena empuñó su espada hacia las piernas de su compañera, quién con ágiles reflejos esquivó aquel ataque dando un gran salto en el lugar y cayendo con elegancia sobre sus pies.
Inesperadamente Charlotte, aún agachada, se elevó revoleando un feroz golpe con el pie en dirección al rostro de la morena, quien se hizo para atrás justo a tiempo.—Eres difícil, eh— dijo ella con una media sonrisa, mientras los pies de ambas se movían formando un círculo.
—Gracias, me lo dicen seguido —respondió con elocuencia la morena dejando escapar una melodiosa risita.
Las dos mujeres caminaban con lentitud siguiendo con sus pies una línea circular imaginaria, retandose mutuamente con sus feroces miradas cargadas de competitividad.
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°THE BOY IS MINE° || Edward Cullen.
Vampire†· •¿Qué sucedería si antes de la batalla contra el Clan formado por Victoria, Edward se encuentre con su verdadera compañera?• †· •¿Y qué sucederá cuando éste se entere que aquella chica no es alguien cualquiera en este mundo?• °†|| Edward C...