El verano perfecto

Capítulo 12

Canción: Feels, Pharrel Williams, Calvin Harris, Katy Perry

Entré a mi casa sabiendo que mis amigos me preguntarían sobre lo que había pasado. Más si veían que había llorado.
Entendía que lo hacían porque me querían y se preocupaban por mí, pero solo quería irme a dormir y no hablar con nadie. Al menos no en ese momento.
Los chicos se encontraban agrupados en el sofá mirando una película de terror. Al oír las llaves comenzaron a gritar y a lanzar insultos en todos los idiomas posibles.
—Lo siento, no quise asustarlos —dije. Su reacción me sacó una pequeña sonrisa. Las luces estaban apagadas por lo que no creo que ninguno de mis amigos me haya visto la cara después de llorar.
—¡Bella! ¿Cómo te fue? —saludó Sam, emocionado por mi llegada.
—Ven a ver la película con nosotros, solo pasaron veinte minutos así que te podemos contar qué fue lo qué pasó y entenderás —dijo Juliette.
—Gracias chicos pero estoy muy cansada y prefiero irme a dormir.
—¿Todo bien con Sky? —inquirió Olivia. Pude ver en la oscuridad como ella y Alana intercambiaban miradas.
—Sí, sí. Solo necesito dormir, fue un día movido —reí falsamente.
En realidad no me sentía risueña, quería irme a dormir para olvidar lo que había pasado con Thomas, con Nick y la forma en la que mi cita con Sky se había arruinado por culpa del estúpido de mi ex novio. 
Mientras subía las escaleras hacia mi habitación me puse a repasar la parte de mi noche que no había sido un completo desastre, para poder animarme un poco. Recordé el perfume de Sky al abrazarme y su calidez cuando trató de consolarme.
Al llegar a mi cuarto me puse el pijama y no recuerdo absolutamente nada de lo que pasó después de recostarme en la cama, porque me quedé profundamente dormida.

****************
A la mañana siguiente me despertó el bullicio de mis amigos tratando de hacer el desayuno. Digamos que no éramos los mejores cocinando y habíamos sobrevivido esta semana gracias a pizzas, comida rápida y lo que comíamos cuando salíamos.
Bajé las escaleras y noté que no era la última en despertar. Olivia y Juliette no habían bajado aún. 
Sam y Alana estaban tratando de no quemar un par de tostadas, mientras que el trabajo de Katie y John era hacer el café. Robé mi taza antes de tiempo y admito que no estaba tan mal.
—¡Buenos días! —saludé con mucho mejor humor que ayer.
—¿Cómo estás? —Sam se volteó con el plato de tostadas que casi cae al suelo para saludarme— ¿quieres una?
—No, gracias, prefiero comer algo más tarde.
—¿Y? ¿No vas a contarnos sobre ayer? —indagó Katelyn mientras se apoyaba en la encimera de la cocina y me miraba atentamente. Tarde o temprano iban a preguntar sobre mi cita con Sky.
—Ya se puede decir que tuvieron una cita —agregó Alana.
—¿Tuvieron...? —comenzó a decir John.
—¡No! —lo detuve antes de escuchar el resto de su pregunta. Mis amigos rieron— Todo iba bien. Hasta que Nick apareció y arruinó todo.
Alana revoleó los ojos y sacudió la cabeza.
—Todavía no entiendo a Nick, hasta hace un año era uno de los chicos más buenos que había conocido jamás, pero... ya sabemos qué pasó después.
—Pensar que lo conocíamos desde el jardín de niños... —dijo Sam y se metió la tercera tostada a la boca.
—Bueno, ya sabemos que Nick es un idiota. Bella, sigue contando —pidió Katelyn.