Osvaldo y Daniel se conocen un poco más después de que se tuvieran que pelear en el evento de boxeo "La Velada Del Año IV" y acaban teniendo una muy buena amistad, que puede terminar siendo más que eso.
Eran las 5 am y no podia dormir, porque estaba con muchas ganas de ir a la presentación de la velada del año IV, iba a pelearme el 13 de julio con un streamer que me caía muy bien, se llamaba ElMariana, pero investigando un poco descubrí que su nombre real era Osvaldo. No podia parar de sobrepensar de como iba a ir todo cuando de repente vibró mi movil, que pensaba que lo habia apagado, era ElMariana.
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Me quedé un tiempo mirando la pantalla, no sabia porque me habia puesto muy feliz solo porque el mariana me habia enviado un mensaje
Decidí porfin después de 6 minutos responderle
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Y así seguimos hablando sobre mañana o bueno mejor dicho hoy hasta las 7 am, que sonó mi supuesto despertador pero seguía hablando con Mariana, quien me había caido demasiado bien.
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Fue uno de los mejores momentos de mi vida, hablando por WhatsApp con mi contrincante, parece extraño pero sentí una conexión que nunca habia sentido antes.
Horas después...
Ya era casi la hora para entrar al bus, estabamos todos ahí hablando pero faltaba Mariana, que llegaba tarde. Poco después lo ví a lo lejos, se veía más guapo que en las fotos, aunque en las fotos también era demasiado atractivo.
Me sonrió desde la lejanía y yo me fuí acercando poco a poco, tampoco iba a ir corriendo como si estuviera desesperado por él, aunque un poco lo estaba.
-Holaa encantado- le dije mientras le miraba de arriba a bajo. Definitivamente, estava bastante arreglado para la ocasión, eso me gustaba.
-Buenassss- se impulsó a abrazarme. En ese momento note que se me paró el corazón y algo más. No podía ver mucho por el abrazo pero notaba como todos nuestros compañeros se nos quedaban mirando un poco.
-Subimos? Quedan 2 minutos- dijo Shelao intentando romper el hielo ya que todos se habían quedado callados.
-Claro!- respondió Alana con mucha ilusión.- Pues vamos- le dije yo a el Mariana con una sonrisa en mi cara que él también imitó.
Ya estábamos uno sentado al lado del otro y empezamos a hablar todo el viaje que aunque no fue muy largo, hablámos mucho y fue muy divertido.
