seguimos

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Comienza el labor del parto es tu nacimiento tu mamá está feliz por fin va a saber cómo eres ya en sus brazos vienen su familia a visitar a verte y llega el supuesto padre tuyo el donante a ver si te pareces a el o no igualmente su familia te revisan de pies a cabeza para saber si tú mamá no le miente a tu padre ellos no tienen voz ni voto solo viene a chismear y meter sisaña  en la vida tu disque padre te ve y acepta que eres su hija vas creciendo pero solo está tu mamá y la familia de ellos en apoyo tu padre solo le dió a tu mamá un bote de leche y unos pañales que con eso ibas a durar por siempre que creía el que era infinito ya el tenia otra familia formada y esa si la quería siempre hay mentiras en su relación que el nunca supo o se hacía el loco pero fuiste creciendo hasta que tuviste edad de pensar un poquito y saber que en tu familia no estabas a salvo del peligro de abuso no importa como sea igual es abuso físico o emocional por qué ,que se puede pensar de que en tu familia vaya a pasar eso y decirle a tu madre ella si te cree pero los demás no lo dejan pasar y vas creciendo y eres alguien tímido muy sociable con otras personas por la educación que tuviste y que crear que por quedarte a ver una película en una tienda piensen lo peor y te revisan si tienes algo o no Ma, tu hija a veces siente que no puede más, que el aire pesa y la vida cercena.

Ma, tu hija a veces se pregunta si de verdad vale la pena, si tú también dudaste, si tuviste miedo, si alguna vez fracasaste.

Ma, tu hija no siempre tiene ganas de mirar al cielo, a veces arrastra los pies, anuda palabras en su garganta, y deja que sus ojos sean pozas de lágrimas.

Ma, tu hija se cansa, se cae, se desvela, se hace un ovillo en la cama, se pone a gritar y se desangra el alma.

Pero Ma, tu hija recuerda que es tu hija y entonces se levanta, se sacude las rodillas, los codos, la esperanza. Se da un baño tibio y pone en la olla café con clavo, anís, canela y piloncillo, se borda una nueva armadura porque no la criaste para rendirse, se mira al espejo y desde ahí reconoce tu sonrisa.

Ma, tu hija a veces necesita ir despacio, tirar uno que otro lastre, reencontrarse, derrumbar sueños y construir nuevos encima de ésos, a veces necesita sentarse a tomar un respiro, gritar para soltar el miedo, descubrirse, reinventarse.

Ma, tu hija a veces sufre, pero al igual que tú, no se rinde ...

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⏰ Última actualización: Jul 20 ⏰

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