5. ¡Feliz Cumpleaños, Samantha!

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Un cumpleaños inolvidable gracias a Zaira Carruyo y los Gossip Boys, ¡de nada Samantha!

Zaira.

-¿Qué pasó, reina? Ya te hacía lista para la parranda -dijo Robert con una sonrisa.

Estaba cruzada de brazos, observando a los cuatro locos. Faltaba uno.

-¿Dónde está Simón?

-Trayendo la camioneta -informó Dixon-. Lamentamos interrumpirlos en esa hora sagrada del cama-suena pero...

Le lancé un cojín antes de que terminara. -¡No estábamos haciendo eso!

Dixon entrecerró los ojos, reparando a James de arriba a abajo y luego mirándome a mí-. No lo discuto porque quiero que vayamos a la fiesta.

-No voy a ir.

-No jodas, Zaira, ¿cómo que no vas a ir?

-¿O sea que nos robamos la escalera del vecino para nada? -reprochó Alexander.

Miré a Dixon, atónita-. ¿Le robaron la escalera al vecino?

-Y a pesar de todo dices que no -dramatizó Robert, mientras yo observaba a James sostenerse el puente de la nariz y apoyé una mano en mi frente, pidiendo paciencia.

-A ver, genios, ¿no era más fácil tocar la puerta?

-Te recuerdo que la última vez que tocamos la puerta, tu mamá nos corrió lanzándonos baldes de agua fría -reclamó Thiago-. Pero nos enteramos de que tus padres y tu hermano se fueron de viaje.

Alcé las cejas, confundida-. Pero yo no les dije... -me giré lentamente hacia James al entender todo.

-Eh, mm-mm -habló Dixon-. Con el niño no, más bien lo obligamos a hablar porque no quería, es una piedra, eh.

-Siiii, no lo dudo -mencioné con sarcasmo, sacudiendo la cabeza.

-Zaira, ponte a pensar, vas, pasas una noche diferente, y te devuelves-dijo Thiago acercándose para pasar sus manos por mi cabello-. Te la pasas con nosotros y con James, si es que también quiere ir.

Negué con la cabeza y James me tomó delicadamente de los hombros, llevándome a la cocina para hablar entre nosotros:

-Yo soy capaz de acompañarte-confesó, centrando su atención en mí-. Estaré toda la noche contigo si eso te hace sentir más tranquila. Sabemos que no se van a ir sin recibir un sí.

Me pegué a él confidencialmente y susurré-. Bien, pero promete que no me vas a dejar sola-. Levanté el meñique observándolo con fijeza-. Pinkie Promise.

James soltó una baja risa y entrelazó su meñique con el mío-. Pinkie Promise.

Sonreí satisfecha y me giré para ir con los chicos-. Voy a cambiarme-. Y subí las escaleras hacia mi habitación, escuchando los gritos de celebración de Dixon, Thiago y Alexander.

Bien, esto es rápido.

Saqué medio clóset y lo tiré en mi cama para ver qué ponerme. ¿Un top? No, ¿un pantalón? Menos, muy simple.

Me quedé un buen momento pensativa, bruscamente salí de mi ensoñación al escuchar el sonido de unas llantas rechinando en la carretera junto a Reaggeton a todo volumen.

🎶 Y chica, ven

Bellaqueo en la pared
Siempre capté
Que conmigo, te atreves, quiero saber
Si te mueves como bailas
Si te mueves como es, lo repetimos cada vez

Más Allá De Las Fronteras. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora