Parte única

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El molesto sonido del despertador me hace abrir los ojos

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El molesto sonido del despertador me hace abrir los ojos. En la pantalla del reloj digital se muestra la hora

06:00 AM.

Con toda la pereza del mundo procedo a apagarlo y regresar a la cama, pero ya no puedo conciliar el sueño; observo el techo sin verlo realmente y comienzo a divagar.
Todo era tan diferente, y lo podía notar incluso despertando. Extrañando los dulces susurros con los que Seoyeon solía despertarme con cariño, los besos en la mejilla, incluso las simples sonrisas que nos dirigíamos para iniciar el día.
Volteo a ver a mi lado, en el espacio vacío de la cama, en donde tantas veces la vi descansar cuando su horario se lo permitía y podía dormir hasta más tarde.

Ya debería dejar de holgazanear y comenzar a arreglarme para el trabajo.
Al terminar de cambiarme, voy a la cocina y me acerco a la alacena en busca de la bolsa de café que compre hace dos meses, recuerdo que quedaba poco, pero probablemente lo suficiente para una miserable taza.
Puta madre—No puedo evitar maldecir. Solo quedaba una cucharada de café, apenas sería suficiente para darle un poco de sabor al agua.
Lleno la cafetera y la intento encender pero, oh, sorpresa, no prende. El golpe de realidad no tarda en llegar: No tenía luz desde hace varias semanas por no haber pagado el recibo.

Dicen que a mal tiempo buena cara, pero sinceramente estoy cansada de aparentar estar bien cuando solo quiero estar todo el día en mi cuarto abrazando mi almohada, imaginando que es Seoyeon.
¿Ya viste a Kim? Se nota que no ha podido cagar desde hace una semana— escucho a alguien murmurar.
¿Verdad? El ambiente se siente bien pesado por su culpa, no sé por qué no ha renunciado aún, si cada que viene trae cara de que odia todo. Me contagia su mala vibra—escucho a otra persona quejarse.

Ugh, pudranse.

A la hora del almuerzo salgo de mi oficina y voy hacia la tienda de conveniencia más cercana por un café y unas galletas. Vaya desayuno de campeones.
Mientras hago cola para pagar, pienso en los almuerzos que Seoyeon me preparaba, nada extravagante o muy elaborado, pero siempre una buena porción, con una linda presentación y buen sabor. Hace mucho no como comida casera, lo extraño. La extraño.
Hace dos meses que nuestro noviazgo terminó y aún no me acostumbro a su ausencia, es como si aún no pudiera asimilarlo...tal vez eso es lo que sucede.
Terminamos tan repentinamente que ni siquiera pude entender la razón. ¿Había hecho algo malo? ¿Ella se había cansado? ¿Ella había dejado de amarme? ¿Pasó algo con su familia? No tenía ni la menor idea. Lo único que sé es que necesito a Seoyeon, mis días habían pasado de estar llenos de risas y color, a ser tristes y monótonos. Quisiera que volviera a casa.

De vuelta a la oficina, continué con el papeleo que había pausado.
Después de 3 horas y totalmente fastidiada del trabajo, tomé mis cosas y me despedí de mis vecinos de escritorio para después largarme a mi casa. Durante el camino mi mente viaja cuatro meses al pasado; parecía tan lejano ese tiempo, era como si todo lo que había pasado en las últimas semanas eran solo pesadillas que olvidaría al despertar y ver a Seoyeon preocupada por mí. Recordaba que hace cuatro meses todavía estábamos hablando acerca de irnos de viaje, visitar Tokio y después Hong Kong. Algo ridículo si tomamos en cuenta que muy a penas nos rendía el dinero hasta fin de mes.
Me pregunto en dónde quedaron todos los planes que teníamos. En la basura, quizá.

Al llegar a casa no siento ningún tipo de consuelo. Encontrando las luces apagadas (tampoco es como si se pudieran encender), y siendo la soledad la única que me esperaba.
—Ya llegué...—Me golpeo mentalmente. ¿A quién se suponía que le avisaba de mi llegada? Debo dejar esa costumbre, por mi propio bien.
Otro recuerdo aprieta sin piedad mi corazón, y puedo ver claramente a Seoyeon salir de nuestra...de mi habitación, sonriéndome, y acercándose para abrazarme, inundando mis pulmones con el olor de su shampoo, el cual sigue en el baño de mi habitación, esperando a que su dueña vuelva a usarlo.
Espero escuchar su voz cerca de mi oído, preguntando cómo me había ido en el trabajo y contarle lo bien que me estaba yendo, para después preguntarle yo acerca de su día, y escuchar cómo se quejaba de sus compañeros de trabajo.
Pero el silencio perfora mis tímpanos, volviéndose insoportable en poco tiempo, por lo que decido poner algo de música con mi celular.

Me cambio de ropa por una más cómoda, y voy a la cocina a prepararme un par de huevos revueltos.
Al terminar de comer, me siento en el único sofa de mi pequeña sala, al lado de la ventana, y me dedico a ver a través de ella. Deseando ver una cabellera castaña conocida acercarse a la casa, pero queda en eso, un deseo, que no se cumplirá.
Observo el cielo, y así pasa lo que quedaba de tarde, hasta llegar la noche.

Seoyeon, ¿tú también piensas en mí tanto como yo en ti? ¿Me extrañas? Yo a ti sí.

Me meto a bañar y mi vista se nubla en recuerdos otra vez. Pienso en las veces en las que nos duchamos juntas, en nosotras jugando con el agua o con la espuma. Pienso en lo suave que me parecía su piel cuando la ayudaba a pasarse jabón, en los escalofríos que me causaban sus dedos al masajear mi cabeza o al enjabonar mi espalda. Recuerdo las sonrisas traviesas, las caricias y besos que compartimos en la intimidad y seguridad de nuestra...de mi bañera.
Mis lágrimas caen siendo fácilmente confundidas con las gotas que caen de la regadera. Ya llevo demasiado tiempo aquí, debo terminar de bañarme.

Me acuesto en mi cama, con la vista perdida en el techo.

Déjà vu.

No tengo nada que hacer, y realmente no quiero seguir sufriendo por memorias que no me brindaban ningún tipo de ayuda, por lo que decido mejor irme a dormir.

—Buenas noches, Seoyeon, en donde quiera que estés. Te amo.

Y de esa forma termino otro día. Un día más sin Seoyeon.

 Un día más sin Seoyeon

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Kiubo, ojalá les haya gustado, escuchen las rolitas de Belanova plebes, son unas joyitas de la música mexicana. Ocupo que vuelvan a estar de moda 😭
Bueno, ya, comenten o algo pq si no me achicopalo y ya no vuelvo a escribir nada.
3 horas para escribir un OS váyanse alv JAJDJAJS

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⏰ Última actualización: Jul 22 ⏰

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𝑵𝒂𝒅𝒂 𝒆𝒔 𝒊𝒈𝒖𝒂𝒍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora