Un mundo sin ti

Prólogo

Julia trabajaba en una librería los siete días de la semana, por mas de 8 horas por lo menos de la paga mensual debida en su país.

Lo único que la hacía levantarse cada mañana, de todos los días, era poder leer los libros que llegaban a montones a la librería.

Todos los sábados a la misma hora de la mañana, cuando la brizna caía levemente entre las calles de Marsella, un camión de color azul llegaba a las puertas de "La arboleda" una pequeña librería con libros no más que antiguos.

Julia, una pequeña joven de no más de 1.55 esperaba atentamente la llegada de este camión azul, esperanzada de la llegada de nuevos ejemplares que poco se venderían entre los estantes de la pequeña librería que una vez su padre abrió en los años de 1999.

En una pequeña calle de la gran Marsella, que apenas y era conocida por los vecinos de la gran ciudad. Julia esperaba atenta, llena de alegría.

Cuando la camioneta se detenida frente a las puertas verdes de "La arboleda" Julia se ponia en pie y esperaba la descarga de las cajas que llegaban a sus puertas.

Desde libros grueso de mas de dos tomos, biografías extensas de hombres desconocidos, hasta historias de fantasías que nadie jamas leería. Julia recibía y adoraba cada libro que pasaba por sus manos.

Cada vez que abría un libro, sabía que sería capaz de vivir y sentir cada palabra que los autores habían dejado para su conocimiento.

Era un regalo, estar rodeada de libros en todo momento. Pero un día... un día común, de aspecto normal, de esos en que esperas que la monotonía consuma cada segundo. Se topo con un libro que jamas había visto.

Un libro de cubierta roja con hojas tan negras como el abismo, que ninguna palabra podía leerse aunque se quisiese. Un libro que aunque no se pudieran ver sus palabras, tus ojos se clavaban en cada página como si el contenido fuera tan extravagante que no pudieras despegar la mirada.

"el libro de los muertos" era lo que sus letras doradas de la portada dejaban leer.

Una única frase... Julia, no sabía porque este libro le llamaba tanto la atención. No podía leerlo y aun así lo sostenía sobre sus manos y pasaba las páginas como si lo leyera.

Todos los días durante una semana, Julia abría las paginas del "libro de los muertos" esperando poder leer los secretos escondidos detrás de este majestuoso ejemplar, sin poder encontrar una sola respuesta.

No fue hasta que se quedo dormida sobre sus páginas que pudo descubrir lo que había dentro de ellas.