//DRABLES KATSUDEKU//

🔸LLUVIA DE ESTRELLAS🔸

CAPITULO DEKUBAKU

Las noticias habían anunciado que un evento astronómico se llevaría a cabo a finales de primavera, mas específicos este fin de semana, y Katsuki aprovecharía la oportunidad para pedirle matrimonio a su novio. Demostraría que los pasivos también podían tomar la iniciativa y pedir matrimonio 

Le había comentado a Izuku, su novio y futuro prometido, sobre su deseo de ir a un lugar remoto y sin contaminación lumínica y ver la lluvia de estrellas, Izuku acepto de inmediato, aprovecharía sus días libres en consentir a su amante 

—Planeare algo muy especial para ti

—Aceptare tu sorpresa, pero, quiero algo pequeño y que no se vea extravagante 

—Lo que mi amante pida— beso sus nudillos y se dispuso a preparar la cena 

Katsuki amaba a ese hombre, era más de lo que hubiera deseado alguna vez en una persona; cariñoso, detallista, alegre, dedicado, líder de una empresa bastante exitosa, bueno en la cama, pero sobre todo, alguien que lo quería tal y como era. Katsuki se conocía a si mismo, salir con alguien como el no era sencillo, el lo sabia, muchos chicos y chicas habían terminado con él solo por su carácter, y eso lo había herido en lo más profundo de su orgullo y su corazón

Fue por eso que le extraño que alguien como Izuku buscara cortejarlo, sabiendo de por medio los chismes y las exageraciones sobre el y su persona le hicieron creer que Izuku quería jugar con el, por eso fue que decidió hacerlo ponerlo a prueba

Decir que se lo dejo difícil es poco, para que Izuku pudiera tener la dicha de ser su pareja le hizo pasar un sin fin de rechazos, sin embargo, Izuku no desistió hasta que decido darle una oportunidad, y fue la mejor decisión que pudo haber tomado, y estaba seguro de que pronto tomaría su segunda mejor decisión 

El día de partida llego y ambos emprendieron rumbo a las afueras de la ciudad, hospedarían en unas cabañas, llegarían por la noche para descansar de su largo viaje, ya tendrían todo un fin de semana para ellos 

—Esta vez te luciste Deku— dijo Katsuki al dejarse caer en la cama —me asegurare de compensártelo 

—Lamento decirte que no será hoy— Izuku se acostó a su lado —se que quieres dormir 

—Gracias por notarlo— se incorporo para besarlo y buscar entre sus cosas su pijama —¿tu no dormirás? Veniste manejando todo el camino porque no me dejaste hacerlo

—Aun tengo algo de energía, creo que saldré a caminar— volvió a besarlo y junto sus frentes —tu descansa y no me esperes despierto

—Te amo, tonto Deku 

—Yo tambien te amo Kacchan 

Izuku tomo su abrigo y salio de la cabaña, Katsuki aprovecho su soledad para rebuscar en su maleta la caja de anillos, se aseguro que todo siguiera en su lugar y luciera impecable, volvió a guardarlo envolviéndolo entre su ropa

Una vez listo para dormir se acosto en la cama y disfruto la sensacion de envolverse entre las cobijas, se le hacia extraño dormir sin Izuku a su lado, pero confiaba en que regresaria pronto  y lo abrazaria toda la noche 

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Despertó por el olor de comida recién hecha, carne, verduras y pan fue lo que mejor percibió. Se incorporo y noto que Izuku no estaba en la cama, sino sirviendo el desayuno 

—¿Servicio a la habitación?— se le acerco con un plato con verdura picada 

—Crei que te había dicho algo sencillo 

—Esto es lo más sencillo que puedo darte— lo abrazo cuidando de no interrumpirlo al comer —además es silvestre, la carne es de pescado del rio y la fruta se da aquí

—Supongo que esta bien— el rubio le beso la frente y se dispuso a comer —¿a donde iremos?

—A donde tu quieras, quiero que me muestres que hacías cuando ibas a escalar  

—Si puedes seguirme el ritmo— sonrio arrogante 

Izuku se arrepentia un poco de haberlo retado, a pesar de haber caminado varios kilometros estaba seguro que no llevaban la mitad del recorrido, su novio siempre encontraba formas de sorprenderlo, en este caso fue la resistencia que tenia y lo bien adaptado que estaba al ambiente rocoso de las montañas 

—Camina Deku, recuerda que solo es senderismo, el alpinismo es para cuando veamos la lluvia de estrellas

No podía, Izuku Midoriya estaba seguro de que moriría, se detuvo un momento a tomar aire cuando fue tomado de la mano por su novio, espero a que se sintiera mejor y cuando decidió avanzar Katsuki no lo soltó, incluso redujo su ritmo para acoplarse al de Izuku 

—Es lindo observar el paisaje, tenemos todo el día para subir y bajar, y tendremos toda la tarde para volver a subir y bajar

—Gracias Kacchan

Esta vez seria el verdadero reto, ya habían caminado lo suficiente para calentarse y subir sin problema la montaña, aunque Izuku seguía sintiéndose intimidado por la altura

—Oi, no quiero que te metas presión, vamos con buen tiempo para tomar un buen lugar, y avisame si te comienzas a sentir mal porque tú no estas acostumbrado y no quiero que te mueras 

—No te preocupes por mi, estaré bien 

Comenzaron su subida, siguiendo los carteles y avisos propios de una montaña boscosa, de vez en vez se detenían a descansar y volvían a continuar, llegaron a la cima justo cuando el sol se estaba poniendo, había algunas personas esparcidas en la colina, algunas con telescopios y otras simplemente acostadas  

Se quedaron en un lugar alejado del resto, extendieron una sabana y se sentaron para observar los últimos rayos de sol. Katsuki tanteaba los bolsillos de su sueter, impaciente porque empezaran a verse los cometas y poder así declararse 

Las horas pasan lentas para unos y muy rápido para otros, en el cielo apenas se habían visto tres luces y eso comenzaba a impacientar a Katsuki, esperaba ver el cielo lleno de estrellas, pero estaba comenzando a sospechar que eso no sucedería. Pero de un momento a otro el cielo nocturno se cubrió de brillos fugaces, nunca había visto algo tan hermoso en su vida y queriendo guardar ese recuerdo para siempre decidió que ese sería el momento perfecto 

Con los nervios a flor de piel se incoo frente a Izuku y abrió la caja negra, dejando ver una fina alianza de plata, ya le daría una de oro en el altar 

—Izuku Midoriya, se mi esposo— abrió la caja y mostro el anillo en su interior 

—Kacchan— Izuku soltó una cargada y lo abrazo con fuerza mientras rebuscaba en su chaqueta —yo también iba a pedirte matrimonio 

—Yo te gane tonto Deku, así que tu serás quien lleve mi apellido 

—Si eso hace feliz a mi amante, pero nuestros hijos llevaran el mío

—Oi más despacio, un paso a la vez— ambos se colocaron las alianzas y se abrazaron —primero planeemos nuestra luna de miel, después veremos a cuantos mocosos podemos adoptar  

Izuku no podría estar mas de acuerdo con él, amaba a Katsuki y sabia que Katsuki también lo amaba, y no había mejor manera de recordar su compromiso que con una lluvia de estrellas