El Wayne Perdido

La noche del destino

Advertencia: Ninguno de los personajes me pertenece, todo el crédito le corresponde a sus respectivos creadores, la historia es 100% mía.

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¿Alguna vez te preguntaste si había más de un Wayne esa noche?

Las luces de Gotham brillaban tenuemente, reflejando el espíritu inquieto de la ciudad. La mansión Wayne, un faro de esperanza y poder, ocultaba secretos que ni siquiera Bruce Wayne, el joven heredero, conocía. Pero esa noche, las sombras revelaban un nuevo protagonista: Alexander Wayne, el hermano menor.

Alexander, de ocho años, disfrutaba de sus últimos momentos de infancia inocente. A menudo se preguntaba por qué su hermano mayor, Bruce, estaba siempre tan absorto en los estudios y la responsabilidad. Para Alexander, el mundo aún era un lugar de maravillas y juegos.

Una tarde, Alexander corrió hacia el estudio de su padre, riendo alegremente con un juguete en la mano.

"¡Mira, papá! ¡Construí un avión!" exclamó, mostrando orgulloso su creación de bloques de madera.

Thomas Wayne, interrumpiendo momentáneamente su trabajo, sonrió y dejó sus documentos a un lado. "¡Es impresionante, Alex! ¿Cómo lograste que se mantuviera en pie?"

"Bueno, primero puse estas piezas aquí y aquí, y luego le añadí estas otras para que fuera más fuerte. ¿Quieres que te enseñe cómo volar por todo el jardín?" preguntó Alexander, moviendo el avión de madera en círculos sobre su cabeza.

"¡Claro que sí! Pero, ¿Qué tal si me das una pequeña demostración aquí mismo?" Thomas se inclinó hacia adelante, interesado genuinamente en la explicación de su hijo.

Alexander se puso muy serio, como un experto ingeniero. "Mira, primero tienes que asegurarte de que las alas estén bien balanceadas. Luego, lo lanzas suavemente al aire y... ¡zumbido! ¡A volar!"

Thomas rió suavemente. "Parece que tenemos a un futuro ingeniero en la familia. Estoy muy orgulloso de ti, Alex."

Más tarde, Alexander se encontró con Alfred en el pasillo. "¡Alfred, Alfred! ¿Viste mi avión?"

Alfred se inclinó con una sonrisa cálida. "Es un avión muy fino, señor Alexander. ¿Qué destino le tienes reservado?"

"¡A la luna, Alfred! ¡Voy a volar hasta la luna! ¿Crees que necesitaré más combustible?" preguntó Alexander, saltando de emoción.

Alfred puso una mano en su barbilla, fingiendo pensar. "Bueno, si vas a la luna, quizás debamos preparar algunos bocadillos adicionales. ¿Qué te parece un poco de pastel y algunas galletas?"

Alexander aplaudió con entusiasmo. "¡Sí! ¡Eso sería perfecto! ¡Voy a necesitar mucha energía para mi misión lunar!"

"Entonces, será mejor que vayamos a la cocina y empecemos a preparar todo. ¿Qué tipo de pastel te gustaría llevar en tu viaje espacial?" preguntó Alfred, guiando a Alexander hacia la cocina.

"¡De chocolate! Con muchas capas y relleno de crema," respondió Alexander, casi saltando de emoción.

"Un pastel de chocolate, entonces. Vamos a ver qué podemos hacer," dijo Alfred, comenzando a sacar los ingredientes.

Mientras preparaban el pastel, Alexander no dejaba de hablar sobre sus planes de vuelo. "Alfred, ¿crees que podría llevar a Bruce conmigo a la luna? Sería genial tener a mi hermano mayor como copiloto."

"Estoy seguro de que a Bruce le encantaría acompañarte en tu aventura. Tal vez podamos hacer otro avión para él," sugirió Alfred mientras mezclaba la masa.